Mateo 12:34-38; Génesis 12:3-4; Proverbios 18:20-21; Marcos 11:22-24; 2 Corintios 4:13
¡Generación de víboras!
¿Cómo podéis hablar lo bueno, siendo
malos?, porque de la abundancia del
corazón habla la boca.
El hombre bueno, del buen tesoro del corazón saca buenas
cosas, y el hombre malo, del mal tesoro saca malas cosas.
Pero yo os digo que de
toda palabra ociosa que hablen los hombres,
de ella darán cuenta en el día del juicio, pues por tus palabras serás
justificado, y por tus palabras serás condenado".
Y dijo Dios: Sea la luz; y fue la luz. Y vio Dios que la luz era buena; y separó Dios
la luz de las tinieblas.
Del fruto de la boca del hombre se llenará su vientre; Se saciará del
producto de sus labios. La muerte y la vida están en poder de la lengua, Y el que la ama comerá de sus frutos.
Respondiendo Jesús, les dijo: Tened fe en Dios.
Porque de cierto os digo que cualquiera que dijere a este monte: Quítate
y échate en el mar, y no dudare en su corazón, sino creyere que será hecho lo
que dice, lo que diga le será hecho. Por tanto, os digo que todo lo que
pidiereis orando, creed que lo recibiréis, y os vendrá.
Pero teniendo el mismo espíritu de fe, conforme a lo que está escrito:
Creí, por lo cual hablé, nosotros también creemos, por lo cual también hablamos
DECLARACION
DE FE DE ACUERDO A LA PALABRA DE DIOS.
El tesoro bueno que tengo
en mi corazón es la Palabra de Dios, y por eso hablo lo que Señor Jesús dice en Su Palabra. Este tesoro lo obtengo creyendo con mi corazón
y confesando a Jesús como mi Señor y
Salvador. El Padre Celestial me recibe como Su hijo, y me da Su Santo Espíritu.
Por eso leo, oigo, medito (pienso constantemente) y hablo lo que dice Su
Palabra. No hablo cualquier cosa porque el día del juicio daré cuenta de lo que
ha hablado mi boca, y quiero ser aprobado por mi Padre Celestial.
Si no has recibido a Jesús tú Señor simplemente has la siguiente
oración creyendo en tu corazón y Cristo será su Salvador:
Padre Celestial, vengo a ti
en el nombre de Jesús. Tu Palabra dice: «Y todo aquel que invocare el nombre
del Señor, será salvo» y «que si confesares con tu boca que Jesús es el Señor,
y creyeres en tu corazón que Dios le levantó de los muertos, serás salvo»
(Hechos 2:21; Romanos 10:9). Dijiste que sería salvo cuando el Espíritu Santo
venga a morar en mí y me haga nacer de nuevo (Juan 3:5-6, 15-16; Romanos 8:9-11), y que si te lo pido, seré lleno del
Espíritu y podré hablar en otras lenguas (Lucas 11:13; Hechos 2:4).
Confío en tu Palabra.
Confieso que Jesús es el Señor y creo en mi corazón que lo resucitaste de entre
los muertos. Gracias por entrar a mi corazón, por 0darme tu Santo Espíritu como
lo prometiste y por ser el Señor de mi vida. Amén.
Si tus has hecho esta oración escríbeme a la
siguiente dirección: enriqueibarra.@integra.com.sv