Juan 14:4-7 NVI
Ustedes ya conocen el camino para ir a donde yo voy.
Dijo entonces Tomás: Señor, no sabemos a dónde vas, así que ¿cómo podemos conocer el camino?
Yo soy el camino, la verdad y la vida –le contestó Jesús–. Nadie llega al Padre sino por mí. Si ustedes realmente me conocieran, conocerían* también a mi Padre. Y ya desde este momento lo conocen y lo han visto.
DECLARACIÓN DE FE DE ACUERDO A LA PALABRA DE DIOS
Conozco el Camino a la presencia de mi Padre Celestial. Y sé que solo a través de Jesús puedo estar en Su Presencia. Jesús es el Camino, la Verdad y la Vida. No hay otra manera para llegar al Padre, sino por medio de Él. Su Palabra me enseña que Jesús es la perfecta revelación del Padre Celestial. A través de Jesús el Ungido de Dios, puedo ver y conocer el corazón del Padre Celestial. Si alguna vez viene a mi mente la pregunta: ¿Qué piensa Dios de mí?, puedo mirar a Jesús y todas mis preguntas van a ser contestadas por Él a través de Su Palabra. Amen.
Si tú no has hecho a Jesús tú Señor y Salvador te invito a que te rindas a Él, porque Él pagó un precio alto por ti en la cruz del calvario, recíbelo, Él ha resucitado y quiere hacer morada en tu corazón.
Declare esta oración con fe y Jesús hará morada en ti hoy y será tu Señor:
Padre Celestial, vengo a ti en el nombre de Jesús. Tu Palabra dice: «Y todo aquel que invocare el nombre del Señor, será salvo» y «que si confesares con tu boca que Jesús es el Señor, y creyeres en tu corazón que Dios le levantó de los muertos, serás salvo» (Hechos 2:21; Romanos 10:9).
Señor, tu dijiste que cuando el Espíritu Santo venga a morar en mí y me haga nacer de nuevo (Juan 3:5-6, 15-16; Romanos 8:9-11), y que si te lo pido, seré lleno del Espíritu Santo y podré hablar en otras lenguas (Lucas 11:13; Hechos 2:4). Creo en tu Palabra. Confieso que Jesús es el Señor y creo en mi corazón que lo resucitaste de entre los muertos. Gracias por entrar a mi corazón, por darme tu Santo Espíritu como lo prometiste y por ser el Señor de mi vida. Amén.