jueves, 12 de julio de 2012

Creo en el Señor Jesús y soy Justificado por Su Sangre.


Romanos 1:16-17; 2 Corintios 5:21; Salmo 40:9; 1 Corintios 1:18; Romanos 3:21; Habacuc 2:4

 No me avergüenzo del evangelio,  porque es poder de Dios  para salvación de todo aquel que cree, del judío primeramente  y  también  igualmente el gentil,  pues en el evangelio,  la justicia de Dios  se revela por fe y para fe,  como está escrito:  "Mas el justo por la fe vivirá"

Al que no conoció pecado,  por nosotros lo hizo pecado, para que nosotros seamos justicia de Dios en él.

He anunciado justicia en la gran congregación; he aquí,  no refrené mis labios,  Jehová,  tú lo sabes.

La palabra de la cruz es locura a los que se pierden;  pero a los que se salvan,  esto es,  a nosotros,  es poder de Dios.

Pero ahora,  aparte de la Ley,  se ha manifestado la justicia de Dios,  testificada por la Ley y por los Profetas.

Aquel cuya alma no es recta se enorgullece; mas el justo por su fe vivirá

DECLARACION DE FE DE ACUERDO A LA PALABRA DE DIOS.

No me avergüenzo del Evangelio de Jesucristo, porque es el poder de Dios para salvación a todos los que creemos.  Porque en el Evangelio, la justicia de Dios se revela por  fe, por lo tanto creo que he sido justificado por la sangre de Jesucristo y también creo lo que la Palabra de Dios dice acerca de mi: "soy justo y vivo por la fe."

Si no has recibido a  Jesús tú Señor, te invito a  hacer  la siguiente oración creyendo en tu corazón y Jesucristo será tu Salvador:
Padre Celestial, vengo a ti en el nombre de Jesús. Tu Palabra dice: «Y todo aquel que invocare el nombre del Señor, será salvo» y «que si confesares con tu boca que Jesús es el Señor, y creyeres en tu corazón que Dios le levantó de los muertos, serás salvo» (Hechos 2:21; Romanos 10:9). Dijiste que sería salvo cuando el Espíritu Santo venga a morar en mí y me haga nacer de nuevo (Juan 3:5-6, 15-16; Romanos 8:9-11), y que si te lo pido, seré lleno del Espíritu y podré hablar en otras lenguas (Lucas 11:13; Hechos 2:4).
Confío en tu Palabra. Confieso que Jesús es el Señor y creo en mi corazón que lo resucitaste de entre los muertos. Gracias por entrar a mi corazón, por darme tu Santo Espíritu como lo prometiste y por ser el Señor de mi vida. Amén.

Si tus has hecho esta oración escríbeme o esta Palabra te bendice favor de hacérmelo saber.

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