miércoles, 12 de octubre de 2011

El Señor Jesús nos manda a no juzgar al prójimo.


 Mateo 7:1-5; Romanos 14:3; Gálatas 6:1-10; Lucas 6:38-41
No juzguéis, para que no seáis juzgados. Porque con el juicio con que juzgáis, seréis juzgados, y con la medida con que medís, os será medido.  ¿Y por qué miras la paja que está en el ojo de tu hermano, y no echas de ver la viga que está en tu propio ojo?  ¿O cómo dirás a tu hermano: Déjame sacar la paja de tu ojo, y he aquí la viga en el ojo tuyo?  ¡Hipócrita! saca primero la viga de tu propio ojo, y entonces verás bien para sacar la paja del ojo de tu hermano.  No deis lo santo a los perros, ni echéis vuestras perlas delante de los cerdos, no sea que las pisoteen, y se vuelvan y os despedacen.

El que come, no menosprecie al que no come, y el que no come, no juzgue al que come; porque Dios le ha recibido.

Hermanos, si alguno fuere sorprendido en alguna falta, vosotros que sois espirituales, restauradle con espíritu de mansedumbre, considerándote a ti mismo, no sea que tú también seas tentado.  Sobrellevad los unos las cargas de los otros, y cumplid así la ley de Cristo.  Porque el que se cree ser algo, no siendo nada, a sí mismo se engaña.  Así que, cada uno someta a prueba su propia obra, y entonces tendrá motivo de gloriarse sólo respecto de sí mismo, y no en otro;  porque cada uno llevará su propia carga.  El que es enseñado en la palabra, haga partícipe de toda cosa buena al que lo instruye.  No os engañéis; Dios no puede ser burlado: pues todo lo que el hombre sembrare, eso también segará.  Porque el que siembra para su carne, de la carne segará corrupción; mas el que siembra para el Espíritu, del Espíritu segará vida eterna.  No nos cansemos, pues, de hacer bien; porque a su tiempo segaremos, si no desmayamos.   Así que, según tengamos oportunidad, hagamos bien a todos, y mayormente a los de la familia de la fe.

Dad, y se os dará; medida buena, apretada, remecida y rebosando darán en vuestro regazo; porque con la misma medida con que medís, os volverán a medir.  Y les decía una parábola: ¿Acaso puede un ciego guiar a otro ciego? ¿No caerán ambos en el hoyo?  El discípulo no es superior a su maestro; mas todo el que fuere perfeccionado, será como su maestro.   ¿Por qué miras la paja que está en el ojo de tu hermano, y no echas de ver la viga que está en tu propio ojo?


DECLARACIÓN DE FE DE ACUERDO A LA PALABRA DE DIOS

No soy de los que critican y condenan a otros por sus faltas,  tampoco soy juzgado o condenado por mis malas acciones.  Entiendo las leyes espirituales de la siembra y la cosecha [con la medida que trate a los demás, seré tratado], y no voy a crear para mí mismo una cosecha llena de juicio y condenación.  Cuando se trata de mis faltas, o aquellas áreas que necesito corrección o una palabra de instrucción, miro mi propia vida primero.  No seré  arrogante exigiendo a otros frutos en áreas donde no estoy dando el fruto deseado para mí mismo.  Debo vivir por encima del pecado, caminar  en salud divina, y prosperado en todas las áreas de mi vida.   Entonces, cuando haya quitado la viga de mi ojo, podre ser capaz de sacar la paja del ojo de mi hermano.

Si no has recibido a  Jesús tú Señor simplemente has la siguiente oración creyendo en tu corazón y Cristo será su Salvador:

Padre Celestial, vengo a ti en el nombre de Jesús. Tu Palabra dice: «Y todo aquel que invocare el nombre del Señor, será salvo» y «que si confesares con tu boca que Jesús es el Señor, y creyeres en tu corazón que Dios le levantó de los muertos, serás salvo» (Hechos 2:21; Romanos 10:9). Dijiste que sería salvo cuando el Espíritu Santo venga a morar en mí y me haga nacer de nuevo (Juan
3:5-6, 15-16; Romanos 8:9-11), y que si te lo pido, seré lleno del Espíritu y podré hablar en otras lenguas (Lucas 11:13; Hechos 2:4).
Confío en tu Palabra. Confieso que Jesús es el Señor y creo en mi corazón que lo resucitaste de entre los muertos. Gracias por entrar a mi corazón, por darme tu Santo Espíritu como lo prometiste y por ser el Señor de mi vida. Amén.

Si tus has hecho esta oración escríbeme a la siguiente dirección: enriqueibarra.@integra.com.sv