viernes, 9 de septiembre de 2011

¡Escucho la voz del Señor Jesús!


Éxodo 15 26-26; Hebreos 4:6, 10:16-17; Deuteronomio 28:1; Isaías 30:21, 53:5; Salmo 103:1-5
Entonces Moisés invocó a Adonai, y Adonai le mostró un madero que Moisés echó al agua, y el agua se volvió dulce. Allí dio a Israel decretos y normas, y allí le puso a prueba. Y dijo: "Si de veras escuchas la voz de Adonai, tu Dios, y haces lo que es recto a sus ojos, dando oídos a sus mandatos y guardando todos sus preceptos, no traeré sobre ti ninguna de las plagas que envié sobre los egipcios; porque yo soy Adonai, el que te sana."

Pero el servicio sacerdotal que Jesús ha recibido es superior al de ellos, así como el pacto del cual es mediador es superior al antiguo, puesto que se basa en mejores promesas.

 "Éste es el pacto que haré con ellos después de aquellos días, dice el Señor: Pondré mis leyes en su corazón, y las escribiré en su mente." Después añade: "Y nunca más me acordaré de sus pecados y maldades."

"Si realmente escuchas al Señor tu Dios, y cumples fielmente todos estos mandamientos que hoy te ordeno, el Señor tu Dios te pondrá por encima de todas las naciones de la tierra.

Ya sea que te desvíes a la derecha o a la izquierda, tus oídos percibirán a tus espaldas una voz que te dirá: "Éste es el camino; síguelo."

Él fue traspasado por nuestras rebeliones, y molido por nuestras iniquidades; sobre él recayó el castigo, precio de nuestra paz, y gracias a sus heridas fuimos sanados.

 Alaba, alma mía, al Señor; alabe todo mi ser su santo nombre.
 Alaba, alma mía, al Señor, y no olvides ninguno de sus beneficios.
Él perdona todos tus pecados y sana todas tus dolencias;
Él rescata tu vida del sepulcro y te cubre de amor y compasión;
Él colma de bienes tu vida  y te rejuvenece como a las águilas.


DECLARACIÓN DE FE DE ACUERDO A LA PALABRA DE DIOS

Tengo un pacto con Dios.  Diligentemente busco, escucho, y leo dando mi total atención a Su Palabra, y haciendo lo que es bueno y recto ante Sus ojos.  Mi oído está atento a Su voz y estoy dispuesto a seguir sus órdenes. Tengo Su palabra de que ninguna enfermedad que el mundo pueda tener me vendrá  a mí, porque mi Dios es Jehová Rapha, el Dios que me sana.


I have a covenant with God. I diligently listen, giving my complete attention to His Word, and I do what it right in His sight. My ear is open to His voice and I am prepared to follow His commands. I have His Word that no disease can come upon me which is brought upon the world; for my God is Jehovah Rapha, the God who heals me. He is the Lord of my health.

Si no has recibido a  Jesús tú Señor simplemente has la siguiente oración creyendo en tu corazón y Cristo será su Salvador:

Padre Celestial, vengo a ti en el nombre de Jesús. Tu Palabra dice: «Y todo aquel que invocare el nombre del Señor, será salvo» y «que si confesares con tu boca que Jesús es el Señor, y creyeres en tu corazón que Dios le levantó de los muertos, serás salvo» (Hechos 2:21; Romanos 10:9). Dijiste que sería salvo cuando el Espíritu Santo venga a morar en mí y me haga nacer de nuevo (Juan
3:5-6, 15-16; Romanos 8:9-11), y que si te lo pido, seré lleno del Espíritu y podré hablar en otras lenguas (Lucas 11:13; Hechos 2:4).
Confío en tu Palabra. Confieso que Jesús es el Señor y creo en mi corazón que lo resucitaste de entre los muertos. Gracias por entrar a mi corazón, por darme tu Santo Espíritu como lo prometiste y por ser el Señor de mi vida. Amén.

Si tus has hecho esta oración escríbeme a la siguiente dirección: enriqueibarra.@integra.com.sv