sábado, 1 de enero de 2011

Dios Tiene Mi Tiempo.

Salmo 90:1-2; Salmo 31:14-15. (RV95)
·         Señor, tú nos has sido refugio de generación en generación.  Antes que nacieran los montes y formaras la tierra y el mundo, desde el siglo y hasta el siglo, tú eres Dios.
·         Mas yo en ti, Jehová, confío; digo: « ¡Tú eres mi Dios.  En tu mano están mis tiempos!». Líbrame de manos de mis enemigos y de mis perseguidores.

DECLARACIÓN DE FE DE ACUERDO A LA PALABRA DE DIOS.


Jesús es mi refugio, el refugio de mi familia, el refugio de mi ministerio, y de todo lo que Él me ha dado.  De generación en generación me ha guardado desde antes que naciera, y día tras día está conmigo.  Porque Su pacto permanece en este tiempo (el sacrificio de Jesús en Su Sangre) y  hasta la eternidad, puedo confiar en Jesús, en Su Palabra y por eso afirmo que Jesús es mi Dios y en Su mano están mis tiempos.


Si tú no has hecho a Jesús tú Señor y Salvador te invito a que te rindas a Él,  porque Él pagó un precio alto por ti en la cruz del calvario, recíbelo,  Él ha resucitado y quiere hacer morada en tu corazón.

Declare esta oración con fe y Jesús hará morada en ti hoy y será tu Señor:

Padre Celestial, vengo a ti en el nombre de Jesús.  Tu Palabra dice: «Y todo aquel que invocare el nombre del Señor, será salvo» y «que si confesares con tu boca que Jesús es el Señor, y creyeres en tu corazón que Dios le levantó de los muertos, serás salvo» (Hechos 2:21; Romanos 10:9).

 Señor, tu dijiste que cuando el Espíritu Santo venga a morar en mí y me haga nacer de nuevo (Juan 3:5-6, 15-16; Romanos 8:9-11), y que si te lo pido, seré lleno del Espíritu Santo y podré hablar en otras lenguas (Lucas 11:13; Hechos 2:4).  Creo en tu Palabra. Confieso que Jesús es el Señor y creo en mi corazón que lo resucitaste de entre los muertos. Gracias por entrar a mi corazón, por darme tu Santo Espíritu como lo prometiste y por ser el Señor de mi vida. Amén