Prosigo a la meta a Jesús el Cristo mi Señor.
Hosanna en las Alturas, Jesús es el Señor
Filipenses 3:12-14; Hebreos 10:14; 12:23; Lucas 9:62; 1 Corintios 9:24-27; 2 Timoteo 4:7
No que lo haya alcanzado ya, ni que ya sea
perfecto; sino que prosigo, por ver si logro asir aquello para lo cual
fui también asido por Cristo Jesús. Hermanos,
yo mismo no pretendo haberlo ya alcanzado; pero una cosa hago: olvidando ciertamente lo
que queda atrás y extendiéndome a lo que está delante, prosigo a la meta, al premio del supremo llamamiento de Dios en
Cristo Jesús.
Y así, con una sola ofrenda hizo
perfectos para siempre a los santificados.
A la congregación de los
primogénitos que están inscritos en los
cielos. Os habéis acercado a Dios, Juez de todos, a los espíritus de los justos hechos
perfectos.
Jesús le contestó: Ninguno que,
habiendo puesto su mano en el arado,
mira hacia atrás es apto para el
reino de Dios.
¿No sabéis que los que corren en el estadio, todos a la verdad corren, pero uno solo se lleva el premio? Corred de tal manera que lo obtengáis. Todo
aquel que lucha, de todo se abstiene;
ellos, a la verdad, para recibir una corona corruptible, pero nosotros, una incorruptible. Así que yo de esta manera corro, no como a la ventura; de esta manera peleo, no como quien golpea el aire; sino que golpeo
mi cuerpo y lo pongo en servidumbre, no
sea que, habiendo sido heraldo para
otros, yo mismo venga a ser eliminado.
He peleado la buena batalla, he
acabado la carrera, he guardado la fe.
DECLARACIÓN DE FE DE ACUERDO A LA PALABRA DE
DIOS.
No me olvido de que
soy salvo del pecado, no hare intencionalmente y cuando peco por ignorancia o
descuido inmediatamente corro al trono de la Gracia arrepentido a pedir perdón y
con la certeza que lo recibo. No me jacto de haber alcanzado perfección de plenitud
del Señor Jesús, sino que prosigo a apoderándome
de ella, esa es la razón por la cual
Cristo Jesús me alcanzó a mí. Por lo tanto, me olvido de lo que está atrás de
mí y sigo adelante con mis ojos puestos el premio de mi supremo llamamiento en
Cristo Jesús. Nunca dejo que mi pasado, ya hace muchos años o hace un instante
me interrumpa mi caminar en comunión con Dios. Él me ha mostrado Su gracia y
hoy que la conozco no tengo ninguna razón para retroceder o estancarme. Estoy siempre en movimiento hacia adelante, cada
vez mejor con cada paso y me mantengo en
comunión con mi Padre Celestial. Nunca me olvido de que el pecado no tiene
poder sobre mí y que mi posición en el Señor Jesús está asegurado, no por mí
causa, sino por causa de Él.
Si no has
recibido a Jesús tú Señor simplemente
has la siguiente oración creyendo en tu corazón y Cristo será su Salvador:
Padre
Celestial, vengo a ti en el nombre de Jesús. Tu Palabra dice: «Y todo aquel que
invocare el nombre del Señor, será salvo» y «que si confesares con tu boca que
Jesús es el Señor, y creyeres en tu corazón que Dios le levantó de los muertos,
serás salvo» (Hechos 2:21; Romanos 10:9). Dijiste que sería salvo cuando el
Espíritu Santo venga a morar en mí y me haga nacer de nuevo (Juan 3:5-6, 15-16;
Romanos 8:9-11), y que si te lo pido, seré lleno del Espíritu y podré hablar en
otras lenguas (Lucas 11:13; Hechos 2:4).
Confío en tu
Palabra. Confieso que Jesús es el Señor y creo en mi corazón que lo resucitaste
de entre los muertos. Gracias por entrar a mi corazón, por darme tu Santo
Espíritu como lo prometiste y por ser el Señor de mi vida. Amén.
Si tus has hecho esta oración escríbeme o esta Palabra
te bendice favor de hacérmelo saber.
Nota:
Este blog esta todos los
días en la misma dirección, búscalo y compártelo con tus amigos y familiares.