Abdías 1:15; 17; Romanos 8:17 RV95
· Porque cercano está el día de Jehová sobre todas las naciones. Como tú hiciste se hará contigo; tu recompensa volverá sobre tu cabeza.
· Mas en el monte Sión habrá un resto que se salvará; será santo y la casa de Jacob recuperará sus posesiones.
· Y si hijos, también herederos; herederos de Dios y coherederos con Cristo, si es que padecemos juntamente con él, para que juntamente con él seamos glorificados.
DECLARACIÓN DE FE DE ACUERDO A LA PALABRA DE DIOS
Entiendo y camino en las leyes de Dios de la siembra y la cosecha. Todo lo que hago es como una semilla sembrada en mi vida. Entiendo perfectamente que obtendré una cosecha de cada una de mis obras, ya sean buenas o malas. Por lo tanto, propongo en mi corazón no hacer nada malo sino solo lo bueno. Caminaré en santidad, siendo fiel a mi Padre Celestial, obedeciendo Su Palabra y así heredaré lo que el Señor Jesús ya ha provisto para mí: justificación, santificación, sabiduría y redención.
Si tú no has hecho a Jesús tú Señor y Salvador te invito a que te rindas a Él, porque Él pagó un precio alto por ti en la cruz del calvario, recíbelo, Él ha resucitado y quiere hacer morada en tu corazón.
Declare esta oración con fe y Jesús hará morada en ti hoy y será tu Señor:
Padre Celestial, vengo a ti en el nombre de Jesús. Tu Palabra dice: «Y todo aquel que invocare el nombre del Señor, será salvo» y «que si confesares con tu boca que Jesús es el Señor, y creyeres en tu corazón que Dios le levantó de los muertos, serás salvo» (Hechos 2:21; Romanos 10:9).
Señor, tu dijiste que cuando el Espíritu Santo venga a morar en mí y me haga nacer de nuevo (Juan 3:5-6, 15-16; Romanos 8:9-11), y que si te lo pido, seré lleno del Espíritu Santo y podré hablar en otras lenguas (Lucas 11:13; Hechos 2:4). Creo en tu Palabra. Confieso que Jesús es el Señor y creo en mi corazón que lo resucitaste de entre los muertos. Gracias por entrar a mi corazón, por darme tu Santo Espíritu como lo prometiste y por ser el Señor de mi vida. Amén.