viernes, 31 de diciembre de 2010

Escucha Atentamente A Jesús


Deuteronomio 28:1-14
 Si realmente escuchas al Señor tu Dios, y cumples fielmente todos estos mandamientos que hoy te ordeno, el Señor tu Dios te pondrá por encima de todas las naciones de la tierra.   Si obedeces al Señor tu Dios, todas estas bendiciones vendrán sobre ti y te acompañarán siempre: Bendito serás en la ciudad, y bendito en el campo.  Benditos serán el fruto de tu vientre, tus cosechas, las crías de tu ganado, los terneritos de tus manadas y los corderitos de tus rebaños.  Benditas serán tu canasta y tu mesa de amasar.  Bendito serás en el hogar, y bendito en el camino.  El Señor te concederá la victoria sobre tus enemigos. Avanzarán contra ti en perfecta formación, pero huirán en desbandada.  El Señor bendecirá tus graneros, y todo el trabajo de tus manos. El Señor tu Dios te bendecirá en la tierra que te ha dado. El Señor te establecerá como su pueblo santo, conforme a su juramento, si cumples sus mandamientos y andas en sus caminos.  Todas las naciones de la tierra te respetarán al reconocerte como el pueblo del Señor. El Señor te concederá abundancia de bienes: multiplicará tus hijos, tu ganado y tus cosechas en la tierra que a tus antepasados juró que te daría. El Señor abrirá los cielos, su generoso tesoro, para derramar a su debido tiempo la lluvia sobre la tierra, y para bendecir todo el trabajo de tus manos. Tú les prestarás a muchas naciones, pero no tomarás prestado de nadie. El Señor te pondrá a la cabeza, nunca en la cola. Siempre estarás en la cima, nunca en el fondo, con tal de que prestes atención a los mandamientos del Señor tu Dios que hoy te mando, y los obedezcas con cuidado. Jamás te apartes de ninguna de las palabras que hoy te ordeno, para seguir y servir a otros dioses.

DECLARACIÓN DE FE DE ACUERDO A LA PALABRA DE DIOS.


Escucho la voz de Jehová mi Dios. Sigo todos sus estatutos y amo Su Palabra y la llevo en mi corazón.  Su Palabra dice que estoy en lo alto, sobre todas las circunstancias del mundo.  Todas Sus bendiciones vendrán sobre mí y me alcanzan. Soy bendecido (ha dado el favor divino, ha dado Su gracia, felicidad, prosperidad, y todas las cosas buenas) en la ciudad, y yo soy bendecido en el país que habite.  Benditos mis hijos, mis animales y mis posesiones.  Él me bendice con el  aumento de mi ganado.  El bendice mis productos y mis reuniones.  Soy bendecido en mí entrar y bendecido en mí salida.  El Señor hace que mis enemigos que se levantan contra mí sean derrotados delante de mí. Ellos se levantan contra mí en una dirección, pero huyen de mí en siete direcciones.  El Señor manda bendiciones a todo lo que Él me ha dado y sobre todo lo que pone en mi mano.  Me da la prosperidad abundante en la tierra que Él me ha dado.  Mi Padre celestial me establece ante el mundo como una persona apartada para Él porque Él me ha escogido para Su propósito.  Él ha declarado que soy de Él y estoy bajo su tutela y Su Señorío.  Sus promesas son para mí ya que lo amo, me aferro a su Ley, Preceptos Y Su Palabra y camino en  ellos.  Todos los pueblos del mundo verán claramente que soy llamado por el nombre del Señor. Ellos reconocen que yo soy Su familia. Yo soy su hijo coheredero con Jesucristo, y sus bendiciones son evidentes en mi vida.  Esto hace que eche chispas de terror en los corazones de mis enemigos.  El Señor me da un excedente enorme de la prosperidad de mi hogar y de la familia.  El fruto de todo lo que Él me ha dado tanto tierra, animales, negocios son bendecidos con Su abundancia.  Mi Señor da la lluvia a mi tierra, precisamente cuando lo necesito. Él ha abierto Su tesoro celestial y bendice todo el trabajo de mis manos.  Él me ha mandado no pedir prestado.  Soy cabeza y no cola, estoy por encima y no por debajo. Estoy destinado a tomar la iniciativa en cualquier empresa que emprenda. Mi Padre me ha colocado en la parte superior y nunca en la parte inferior, para que haga Su palabra y tenga cuidado de respetar sus mandamientos.
No rechazo ninguno de los preceptos de mi Padre. No me alejo de ellos ni siquiera un poco a la derecha o la izquierda. Los tengo firme en mi corazón y pongo mi confianza en ellos, independientemente de lo que mis ojos puedan ver o lo que otros dioses puedan ofrecer.   La justicia de la ley se cumpla en mí. Yo no vivo mi vida en pecado habitual, pero en santidad delante del Él.  Me ha hecho la misma justicia de Dios en Cristo Jesús. Mi confianza está firmemente plantada en Él.
Si tú no has hecho a Jesús tú Señor y Salvador te invito a que te rindas a Él,  porque Él pagó un precio alto por ti en la cruz del calvario, recíbelo,  Él ha resucitado y quiere hacer morada en tu corazón.

Declare esta oración con fe y Jesús hará morada en ti hoy y será tu Señor:

Padre Celestial, vengo a ti en el nombre de Jesús.  Tu Palabra dice: «Y todo aquel que invocare el nombre del Señor, será salvo» y «que si confesares con tu boca que Jesús es el Señor, y creyeres en tu corazón que Dios le levantó de los muertos, serás salvo» (Hechos 2:21; Romanos 10:9).

 Señor, tu dijiste que cuando el Espíritu Santo venga a morar en mí y me haga nacer de nuevo (Juan 3:5-6, 15-16; Romanos 8:9-11), y que si te lo pido, seré lleno del Espíritu Santo y podré hablar en otras lenguas (Lucas 11:13; Hechos 2:4).  Creo en tu Palabra. Confieso que Jesús es el Señor y creo en mi corazón que lo resucitaste de entre los muertos. Gracias por entrar a mi corazón, por darme tu Santo Espíritu como lo prometiste y por ser el Señor de mi vida. Amén

jueves, 30 de diciembre de 2010

El Señor Jesús Me Ha Dado Su Espíritu

Lucas  4:18-18 (SRV2004)
 El Espíritu del Señor está sobre mí: Por cuanto me ha ungido para dar buenas nuevas a los pobres: Me ha enviado para sanar a los quebrantados de corazón: Para predicar libertad a los cautivos: Y a los ciegos vista: Para poner en libertad a los quebrantados: Para predicar el año agradable del Señor.

DECLARACIÓN DE FE DE ACUERDO A LA PALABRA DE DIOS.


Cuando recibí a Jesús como mi Salvador, el Padre me hizo uno  con Jesús y estoy plenamente identificado con él en todos los sentidos. Al igual que Él, el Espíritu del Señor ha venido sobre mí y me ha ungido con Su poder – eliminando toda carga y destruyendo todo yugo que estaba en mí. Hablo a todos La Palabra de Dios porque Ella liberta a los pobres de su pobreza espiritual. Les anuncio la libertad a los cautivos de las tribulaciones y circunstancias;  y la Palabra da vista a los ciegos que no pueden ver la victoria de Jesús. Él me ha enviado a liberar a los oprimidos y heridos por las pruebas de la vida.  Me ha enviado a proclamar a todos que los días de gracia han llegado que Dios no está enojado con ellos, y está listo para recibirlos en su familia y mostrarles Su amor, Su  favor y darles a Su Hijo Jesús continuamente desde ahora y para siempre.


Si tú no has hecho a Jesús tú Señor y Salvador te invito a que te rindas a Él,  porque Él pagó un precio alto por ti en la cruz del calvario, recíbelo,  Él ha resucitado y quiere hacer morada en tu corazón.

Declare esta oración con fe y Jesús hará morada en ti hoy y será tu Señor:

Padre Celestial, vengo a ti en el nombre de Jesús.  Tu Palabra dice: «Y todo aquel que invocare el nombre del Señor, será salvo» y «que si confesares con tu boca que Jesús es el Señor, y creyeres en tu corazón que Dios le levantó de los muertos, serás salvo» (Hechos 2:21; Romanos 10:9).

 Señor, tu dijiste que cuando el Espíritu Santo venga a morar en mí y me haga nacer de nuevo (Juan 3:5-6, 15-16; Romanos 8:9-11), y que si te lo pido, seré lleno del Espíritu Santo y podré hablar en otras lenguas (Lucas 11:13; Hechos 2:4).  Creo en tu Palabra. Confieso que Jesús es el Señor y creo en mi corazón que lo resucitaste de entre los muertos. Gracias por entrar a mi corazón, por darme tu Santo Espíritu como lo prometiste y por ser el Señor de mi vida. Amén

miércoles, 29 de diciembre de 2010

Jehová Hablo y Fue Hecho

Salmo 33:9, Marcos 11:24, Juan 15:7 y Juan 5:14
·         Porque Él habló, y fue hecho; Él mandó, y se estableció.
·         Por tanto os digo que todo lo que pidiereis orando, creed que lo recibiréis y os vendrá.
·         Si permanecéis en mí, y mis palabras permanecen en vosotros, pediréis todo lo que quisiereis, y os será hecho.
·         Y esta es la confianza que tenemos en él, que si pidiéremos alguna cosa conforme a su voluntad, él nos oye.

DECLARACIÓN DE FE DE ACUERDO A LA PALABRA DE DIOS.


Mi Padre Celestial me ha enseñado que todo lo que Su boca dice es llevado a existencia, todo lo que veo,  lo que palpo, lo que siento, lo que gusto y oigo fue hecho por Su Palabra. El Señor Jesús también me enseña en Su Palabra que debo de hablar y creer con todo mi corazón  para poder recibir, todo conforme a los límites de la Palabra de Dios.  El me enseña que todo lo que le pida en oración, si creo lo que pido,  lo recibiré y lo tendré.  Siempre que me mantenga en unión vital con Jesús, para vivir y permanecer continuamente en Él, Su Palabra permanece en mí, arraigada y cimentada en mi corazón. Su Palabra, es una revelación completa de Su voluntad para mi vida y sé que estoy dentro del propósito de mi Padre Celestial.


Si tú no has hecho a Jesús tú Señor y Salvador te invito a que te rindas a Él,  porque Él pagó un precio alto por ti en la cruz del calvario, recíbelo,  Él ha resucitado y quiere hacer morada en tu corazón.

Declare esta oración con fe y Jesús hará morada en ti hoy y será tu Señor:

Padre Celestial, vengo a ti en el nombre de Jesús.  Tu Palabra dice: «Y todo aquel que invocare el nombre del Señor, será salvo» y «que si confesares con tu boca que Jesús es el Señor, y creyeres en tu corazón que Dios le levantó de los muertos, serás salvo» (Hechos 2:21; Romanos 10:9).

 Señor, tu dijiste que cuando el Espíritu Santo venga a morar en mí y me haga nacer de nuevo (Juan 3:5-6, 15-16; Romanos 8:9-11), y que si te lo pido, seré lleno del Espíritu Santo y podré hablar en otras lenguas (Lucas 11:13; Hechos 2:4).  Creo en tu Palabra. Confieso que Jesús es el Señor y creo en mi corazón que lo resucitaste de entre los muertos. Gracias por entrar a mi corazón, por darme tu Santo Espíritu como lo prometiste y por ser el Señor de mi vida. Amén

martes, 28 de diciembre de 2010

El Señor Jesús Me Presta Atención.

Nehemías 1:5-6, 10-11 (SRV2004)

Le dije: «Señor, Dios del cielo, grande y temible, que cumples el pacto y eres fiel con los que te aman y obedecen tus mandamientos, te suplico que me prestes atención, que fijes tus ojos en este siervo tuyo que día y noche ora en favor de tu pueblo Israel. Confieso que los israelitas, entre los cuales estamos incluidos mi familia y yo, hemos pecado contra ti. »Ellos son tus siervos y tu pueblo al cual redimiste con gran despliegue de fuerza y poder.
Señor, te suplico que escuches nuestra oración, pues somos tus siervos y nos complacemos en honrar tu nombre. Y te pido que a este siervo tuyo le concedas tener éxito y ganarse el favor del rey.»En aquel tiempo yo era copero del rey.

DECLARACIÓN DE FE DE ACUERDO A LA PALABRA DE DIOS.


El Señor es un Dios grande y temible que guarda su pacto de amor conmigo como un compromiso que amerita su máxima atención. Sus oídos están siempre atentos a mi oración y Sus ojos siempre están sobre mí.  Él escucha mis oraciones y Jesús responde a mi confianza en Su Palabra (fe). Yo amo a mi Padre con todo mi corazón y guardo Sus Mandamientos, Sus preceptos y  Su Palabra todos los días de mi vida.  El Señor me ha redimido de la destrucción por Su gran fuerza y poder - me deleito en reverenciar Su Nombre. Es por Jesús que tengo éxito cada día y Dios me da el favor para con los que me rodean.

Si tú no has hecho a Jesús tú Señor y Salvador te invito a que te rindas a Él,  porque Él pagó un precio alto por ti en la cruz del calvario, recíbelo,  Él ha resucitado y quiere hacer morada en tu corazón.

Declare esta oración con fe y Jesús hará morada en ti hoy y será tu Señor:

Padre Celestial, vengo a ti en el nombre de Jesús.  Tu Palabra dice: «Y todo aquel que invocare el nombre del Señor, será salvo» y «que si confesares con tu boca que Jesús es el Señor, y creyeres en tu corazón que Dios le levantó de los muertos, serás salvo» (Hechos 2:21; Romanos 10:9).

 Señor, tu dijiste que cuando el Espíritu Santo venga a morar en mí y me haga nacer de nuevo (Juan 3:5-6, 15-16; Romanos 8:9-11), y que si te lo pido, seré lleno del Espíritu Santo y podré hablar en otras lenguas (Lucas 11:13; Hechos 2:4).  Creo en tu Palabra. Confieso que Jesús es el Señor y creo en mi corazón que lo resucitaste de entre los muertos. Gracias por entrar a mi corazón, por darme tu Santo Espíritu como lo prometiste y por ser el Señor de mi vida. Amén

lunes, 27 de diciembre de 2010

Los Redimidos de Jehová

Isaías 35:3-10 (SRV2004)

¡Fortaleced las manos cansadas, afirmad las rodillas endebles!
Decid a los de corazón apocado: « ¡Esforzaos, no temáis! He aquí que vuestro Dios viene con retribución, con pago; Dios mismo vendrá y os salvará».  Entonces los ojos de los ciegos serán abiertos y destapados los oídos de los sordos.  Entonces el cojo saltará como un ciervo y cantará la lengua del mudo, porque aguas serán cavadas en el desierto y torrentes en la estepa.  El lugar seco se convertirá en estanque y el sequedal en manaderos de aguas.  La guarida de los chacales, donde ellos se refugian, será lugar de cañas y juncos.   Y habrá allí calzada y camino, el cual será llamado Camino de Santidad.  No pasará por allí ningún impuro, sino que él mismo estará con ellos.  El que ande por este camino, por torpe que sea, no se extraviará.  No habrá allí león, ni fieras subirán por él ni allí se encontrarán, para que caminen los redimidos. Y los redimidos por Jehová volverán a Sión con alegría; y habrá gozo perpetuo sobre sus cabezas.  Tendrán gozo y alegría, y huirán la tristeza y el gemido. 

DECLARACIÓN DE FE DE ACUERDO A LA PALABRA DE DIOS


“Doy fuerza a aquellos cuyas manos están cansadas y mantengo firme a aquellos cuyas rodillas flaquean.  Soy la fuente de aliento y coraje para aquellos que tienen temor de malas noticias.  Les digo a aquellos que están aterrorizados: Sean fuertes y esfuércense porque Dios está de su lado.  El te ama y viene a tu socorro y trae una retribución divina.  El no te abandonará. Por Su gran amor por ti El te librará”.  Por ese amor es que los ojos de los ciegos serán abiertos, los oídos de los sordos serán destapados, el cojo saltará como un ciervo, la lengua de los mudos gritará de alegría, las aguas fluirán en medio del desierto y florecerán los sequedales.  Lo lugares áridos y calientes se han vuelto como piscinas de aguas frescas.  Donde el diablo una vez corrió campante, ahora ya no existe sino que la bendición de Dios está allí.   Estoy en el camino de Santidad y aquellos que aman al Señor corren a este camino y el enemigo y sus secuaces huyen aterrorizados porque los que caminamos por ese camino que es Cristo hemos sido comprados con precio alto y hemos sido trasladados a un nuevo reino.  Entramos a ese reino con canticos de alegría y con coronas de gozo perpetuo.  Alegría y gozo nos alcanzan y la tristeza y el gemido huyen de nosotros.


Si tú no has hecho a Jesús tú Señor y Salvador te invito a que te rindas a Él,  porque Él pagó un precio alto por ti en la cruz del calvario, recíbelo,  Él ha resucitado y quiere hacer morada en tu corazón.

Declare esta oración con fe y Jesús hará morada en ti hoy y será tu Señor:

Padre Celestial, vengo a ti en el nombre de Jesús.  Tu Palabra dice: «Y todo aquel que invocare el nombre del Señor, será salvo» y «que si confesares con tu boca que Jesús es el Señor, y creyeres en tu corazón que Dios le levantó de los muertos, serás salvo» (Hechos 2:21; Romanos 10:9).

 Señor, tu dijiste que cuando el Espíritu Santo venga a morar en mí y me haga nacer de nuevo (Juan 3:5-6, 15-16; Romanos 8:9-11), y que si te lo pido, seré lleno del Espíritu Santo y podré hablar en otras lenguas (Lucas 11:13; Hechos 2:4).  Creo en tu Palabra. Confieso que Jesús es el Señor y creo en mi corazón que lo resucitaste de entre los muertos. Gracias por entrar a mi corazón, por darme tu Santo Espíritu como lo prometiste y por ser el Señor de mi vida. Amén

domingo, 26 de diciembre de 2010

Pero Dios es fiel!!

Gálatas 1:3-4, 1 Corintios 10:13 (Biblia Al Día)
Que Dios nuestro Padre y el Señor Jesucristo os concedan gracia y paz.
Jesucristo dio su vida por nuestros pecados para rescatarnos de este mundo malvado, según la voluntad de nuestro Dios y Padre, vosotros no habéis sufrido ninguna tentación que no sea común al género humano. Pero Dios es fiel, y no permitirá que vosotros seáis tentados más allá de lo que podáis aguantar. Más bien, cuando llegue la tentación, él os dará también una salida.

 DECLARACION DE FE DE ACUERDO A LA PALABRA DE DIOS.


Gracia y paz de Dios Padre y nuestro Señor Jesucristo, que se entregó por nuestros pecados, para librarnos de este mundo  malo, conforme a la voluntad de nuestro Dios y Padre.
Entiendo que no soy el único que sufre tentaciones. La  tentación es común entre toda la humanidad. Pero, también sé que Dios es fiel. Él no me dejará ser tentado más allá de mi capacidad de resistir. Cuando me siento tentado a pecar, Él me fortalece porque El vive en mí y me proporciona una revelación de Su Palabra para que salga vencedor y victorioso.


Si tú no has hecho a Jesús tú Señor y Salvador te invito a que te rindas a Él,  porque Él pagó un precio alto por ti en la cruz del calvario, recíbelo,  Él ha resucitado y quiere hacer morada en tu corazón.

Declare esta oración con fe y Jesús hará morada en ti hoy y será tu Señor:

Padre Celestial, vengo a ti en el nombre de Jesús.  Tu Palabra dice: «Y todo aquel que invocare el nombre del Señor, será salvo» y «que si confesares con tu boca que Jesús es el Señor, y creyeres en tu corazón que Dios le levantó de los muertos, serás salvo» (Hechos 2:21; Romanos 10:9).

 Señor, tu dijiste que cuando el Espíritu Santo venga a morar en mí y me haga nacer de nuevo (Juan 3:5-6, 15-16; Romanos 8:9-11), y que si te lo pido, seré lleno del Espíritu Santo y podré hablar en otras lenguas (Lucas 11:13; Hechos 2:4).  Creo en tu Palabra. Confieso que Jesús es el Señor y creo en mi corazón que lo resucitaste de entre los muertos. Gracias por entrar a mi corazón, por darme tu Santo Espíritu como lo prometiste y por ser el Señor de mi vida. Amén

sábado, 25 de diciembre de 2010

Con Cánticos De Liberación Me Rodearás

Salmo 32 1-2, 7-10 (SRV2004)

<> BIENAVENTURADO aquel cuyas iniquidades son perdonadas, y borrados sus pecados.   Bienaventurado el hombre a quien Jehová no imputa iniquidad, Y en cuyo espíritu no hay engaño.   Tú eres mi refugio; me guardarás de angustia; Con cánticos de liberación me rodearás. (Selah.)    Te haré entender, y te enseñaré el camino en que debes andar: Sobre ti fijaré mis ojos.   No seáis como el caballo, o como el mulo, sin entendimiento: Con cabestro y con freno su boca ha de ser reprimida, Para que no lleguen a ti.
Muchos dolores habrá para el impío; Mas el que espera en Jehová, lo rodeará misericordia.


 DECLARACION DE FE DE ACUERDO A LA PALABRA DE DIOS.


Soy bendecido porque el Señor ha perdonado todos mis pecados. Estoy feliz porque mi Padre no tiene ninguna cuenta de mis pecados y me ha dado Su Espíritu, donde el engaño no puede entrar.
Dios es mi refugio contra todos los ataques del diablo. Él me rodea como con un cerco de protección. Él es mi liberación. El es Dios de todo el universo, mi Padre celestial, que me aconseja y sus ojos me cuidan. Jesús me enseña Sus caminos a través de Su Palabra, Su Ley y Su  instrucción son perfectas, y me dan conocimiento específico en lo que necesito ser guiado; en dónde debo detenerme; y dónde debo continuar avanzando. Tengo un profundo conocimiento de la voluntad de Dios en mi vida. Su gran amor me rodea y Él se encarga de que tenga certeza en todo lo que hago. Amén y Amén!!


Si tú no has hecho a Jesús tú Señor y Salvador te invito a que te rindas a Él,  porque Él pagó un precio alto por ti en la cruz del calvario, recíbelo,  Él ha resucitado y quiere hacer morada en tu corazón.

Declare esta oración con fe y Jesús hará morada en ti hoy y será tu Señor:

Padre Celestial, vengo a ti en el nombre de Jesús.  Tu Palabra dice: «Y todo aquel que invocare el nombre del Señor, será salvo» y «que si confesares con tu boca que Jesús es el Señor, y creyeres en tu corazón que Dios le levantó de los muertos, serás salvo» (Hechos 2:21; Romanos 10:9).

 Señor, tu dijiste que cuando el Espíritu Santo venga a morar en mí y me haga nacer de nuevo (Juan 3:5-6, 15-16; Romanos 8:9-11), y que si te lo pido, seré lleno del Espíritu Santo y podré hablar en otras lenguas (Lucas 11:13; Hechos 2:4).  Creo en tu Palabra. Confieso que Jesús es el Señor y creo en mi corazón que lo resucitaste de entre los muertos. Gracias por entrar a mi corazón, por darme tu Santo Espíritu como lo prometiste y por ser el Señor de mi vida. Amén

viernes, 24 de diciembre de 2010

«¡Gloria a Dios en las alturas y en la tierra paz, buena voluntad para con los hombres!»

Lucas 1:68-65, 2:14 (RV1985)

«Bendito el Señor Dios de Israel, que ha visitado y redimido a su pueblo, y nos levantó un poderoso Salvador en la casa de David, su siervo —como habló por boca de sus santos profetas que fueron desde el principio—, salvación de nuestros enemigos y de la mano de todos los que nos odiaron, para hacer misericordia con nuestros padres y acordarse de su santo pacto, del juramento que hizo a Abraham, nuestro padre, que nos había de conceder que, librados de nuestros enemigos, sin temor lo serviríamos en santidad y en justicia delante de él todos nuestros días.
«¡Gloria a Dios en las alturas y en la tierra paz, buena voluntad para con los hombres!».

 DECLARACION DE FE DE ACUERDO A LA PALABRA DE DIOS.


Cada día doy gracias a mi Señor, mi Rey Jesús, porque Él me ha redimido y me ha librado del poder y de la autoridad de las tinieblas. Jesús es mi Salvador Todopoderoso y valiente. Todo lo que el Padre Celestial le prometió a mis antepasados (desde Adán hasta Abraham, y desde Abraham hasta Jesús) hoy se ha convertido en mi herencia. He sido salvado y librado del poder del enemigo y de los que me persiguen con odio. Mi Padre estableció su pacto conmigo y me muestra Su misericordia, compasión y amor - bondad en todo momento y en cualquier circunstancia. Todo lo que ha ordenado y dispuesto en su pacto, Él lo lleva a cabo cuando lo pido en Su Nombre. Ese pacto es sellado por el juramento dado al padre Abraham a manera que soy librado de la mano del enemigo, puedo servir a mi Padre celestial con valentía y confianza, y vivir en Su presencia en justicia y santidad y Su  Verdad todos los días de mi vida. Le doy toda la alabanza, el honor y la gloria a mi Señor Jesús todos los días.  Celebro con gozo Su venida a este mundo que estaba en tinieblas pero que ahora Él ha resplandecido en mi vida y en la de aquellos que creen en Él. Gracias al Padre Celestial por Su misericordia porque nos dio a Su Único Hijo.  Él está muy contento conmigo y me ha concedido Su Paz y abundancia de Su Gracia.  Feliz Navidad todos los días, Jesucristo vive en mi!!


Si tú no has hecho a Jesús tú Señor y Salvador te invito a que te rindas a Él,  porque Él pagó un precio alto por ti en la cruz del calvario, recíbelo,  Él ha resucitado y quiere hacer morada en tu corazón.

Declare esta oración con fe y Jesús hará morada en ti hoy y será tu Señor:

Padre Celestial, vengo a ti en el nombre de Jesús.  Tu Palabra dice: «Y todo aquel que invocare el nombre del Señor, será salvo» y «que si confesares con tu boca que Jesús es el Señor, y creyeres en tu corazón que Dios le levantó de los muertos, serás salvo» (Hechos 2:21; Romanos 10:9).

 Señor, tu dijiste que cuando el Espíritu Santo venga a morar en mí y me haga nacer de nuevo (Juan 3:5-6, 15-16; Romanos 8:9-11), y que si te lo pido, seré lleno del Espíritu Santo y podré hablar en otras lenguas (Lucas 11:13; Hechos 2:4).  Creo en tu Palabra. Confieso que Jesús es el Señor y creo en mi corazón que lo resucitaste de entre los muertos. Gracias por entrar a mi corazón, por darme tu Santo Espíritu como lo prometiste y por ser el Señor de mi vida. Amén

jueves, 23 de diciembre de 2010

Jesús es mi Luz Verdadera


Juan 1:3-4, 9 (RV1985)

Todas las cosas fueron hechas por medio de él, y sin él no fue hecho nada de lo que ha sido hecho.   
En él estaba la vida, y la vida era la luz de los hombres.
Aquél era la luz verdadera que alumbra a todo hombre que viene al mundo.

 DECLARACION DE FE DE ACUERDO A LA PALABRA DE DIOS.


Jesús es mi Creador y me ha diseñado a su imagen y semejanza.  Existo por medio de Él, y sin Él, nada soy. En Él tengo vida y Su vida dentro de mi es la Luz que me guía.

Si tú no has hecho a Jesús tú Señor y Salvador te invito a que te rindas a Él,  porque Él pagó un precio alto por ti en la cruz del calvario, recíbelo,  Él ha resucitado y quiere hacer morada en tu corazón.

Declare esta oración con fe y Jesús hará morada en ti hoy y será tu Señor:

Padre Celestial, vengo a ti en el nombre de Jesús.  Tu Palabra dice: «Y todo aquel que invocare el nombre del Señor, será salvo» y «que si confesares con tu boca que Jesús es el Señor, y creyeres en tu corazón que Dios le levantó de los muertos, serás salvo» (Hechos 2:21; Romanos 10:9).

 Señor, tu dijiste que cuando el Espíritu Santo venga a morar en mí y me haga nacer de nuevo (Juan 3:5-6, 15-16; Romanos 8:9-11), y que si te lo pido, seré lleno del Espíritu Santo y podré hablar en otras lenguas (Lucas 11:13; Hechos 2:4).  Creo en tu Palabra. Confieso que Jesús es el Señor y creo en mi corazón que lo resucitaste de entre los muertos. Gracias por entrar a mi corazón, por darme tu Santo Espíritu como lo prometiste y por ser el Señor de mi vida. Amén