sábado, 9 de julio de 2011

El Señor Jesús es mi Sanador.



Éxodo 15:25-27
 
Y Moisés clamó a Jehová; y Jehová le mostró un árbol, el cual cuando lo metió dentro de las aguas, las aguas se endulzaron. Allí les dio estatutos y ordenanzas, y allí los probó;  Y dijo: Si oyeres atentamente la voz de Jehová tu Dios, e hicieres lo recto delante de sus ojos, y dieres oído a sus mandamientos, y guardares todos sus estatutos, ninguna enfermedad de las que envié a los egipcios te enviaré a ti; porque yo soy Jehová tu Sanador. Y llegaron a Elim, donde había doce fuentes de aguas, y setenta palmas; y acamparon allí junto a las aguas.

·        Mas ahora tanto mejor ministerio es el suyo, cuanto es mediador de un mejor pacto, que ha sido establecido sobre mejores promesas.

·        Este es el pacto que haré con ellos: Después de aquellos días, dice el Señor: Daré mis leyes en sus corazones: Y en sus almas las escribiré Añade: Y nunca más me acordaré de sus pecados e iniquidades.

·        Y Sera que, si oyeres diligente la voz de Jehová tu Dios, para guardar, para poner por obra todos sus mandamientos que yo te prescribo hoy, también Jehová tu Dios te pondrá alto sobre todas las naciones de la tierra

·        Entonces tus oídos oirán a tus espaldas palabra que diga: Este es el camino, andad por él; y no echéis a la mano derecha, ni tampoco torzáis a la mano izquierda.

DECLARACIÓN DE FE DE ACUERDO A LA PALABRA DE DIOS

El Señor Jesús ha hecho un pacto nuevo conmigo, por Su Sangre que ahora está delante de Dios.  Soy diligente en escuchar prestando total atención a Su Palabra, y hago lo que es correcto delante de Sus ojos.  Mis oídos están atentos a Su voz y estoy dispuesto a seguir Sus órdenes. Tengo Su Palabra de que ninguna enfermedad de las que vienen al mundo vendrán a mí, porque mi Dios es Jehová Rapha, el Dios que me sana. Él es el Señor de mi salud.


Si tú no has hecho a Jesús tú Señor y Salvador te invito a que te rindas a Él,  porque Él pagó un precio alto por ti en la cruz del calvario, recíbelo,  Él ha resucitado y quiere hacer morada en tu corazón.

Declare esta oración con fe y Jesús hará morada en ti hoy y será tu Señor:

Padre Celestial, vengo a ti en el nombre de Jesús.  Tu Palabra dice: «Y todo aquel que invocare el nombre del Señor, será salvo» y «que si confesares con tu boca que Jesús es el Señor, y creyeres en tu corazón que Dios le levantó de los muertos, serás salvo» (Hechos 2:21; Romanos 10:9).

 Señor, tu dijiste que cuando el Espíritu Santo venga a morar en mí y me haga nacer de nuevo (Juan 3:5-6, 15-16; Romanos 8:9-11), y que si te lo pido, seré lleno del Espíritu Santo y podré hablar en otras lenguas (Lucas 11:13; Hechos 2:4).  Creo en tu Palabra. Confieso que Jesús es el Señor y creo en mi corazón que lo resucitaste de entre los muertos. Gracias por entrar a mi corazón, por darme tu Santo Espíritu como lo prometiste y por ser el Señor de mi vida. Amén.