Génesis 1:26-18; Romanos 8:29-30; 2 Corintios 5:16-21; Salmo 8:4-8; Lucas 9:1; Mateo 28:18-20
Entonces Elohim dijo: "Hagamos a la humanidad a
nuestra imagen, conforme a nuestra semejanza; y reinen sobre los peces en el
mar, las criaturas que vuelan en el cielo, los animales, y sobre toda la
tierra, y sobre toda criatura que se arrastra en la tierra." Así que
Elohim creó al hombre; a la imagen de Elohim lo creó; macho y hembra El los
creó. Elohim los bendijo, diciendo: "Sean fructíferos, multiplíquense,
llenen la tierra y sométanla. Tengan dominio sobre los peces en los mares y las
criaturas que vuelan en el cielo, y todo ganado y toda la tierra, y toda
criatura viviente que se arrastra en la tierra.
Porque los que El conoció de antemano, los
predestinó a ser conformados a la imagen de su Hijo, para que El pudiera ser el primogénito entre
muchos hermanos; y los que El predestinó, a estos también los llamó; y aquellos
que llamó, también los consideró justificados; y los que El consideró
justificados, ¡también glorificó!
Así que de ahora en adelante no consideramos a
nadie según criterios meramente humanos. Aunque antes conocimos a Cristo de esta
manera, ya no lo conocemos así. Por lo
tanto, si alguno está en Cristo, es una nueva creación. ¡Lo viejo ha pasado, ha
llegado ya lo nuevo! Todo esto proviene
de Dios, quien por medio de Cristo nos reconcilió consigo mismo y nos dio el
ministerio de la reconciliación: esto es, que en Cristo, Dios estaba
reconciliando al mundo consigo mismo, no tomándole en cuenta sus pecados y
encargándonos a nosotros el mensaje de la reconciliación. Así que somos embajadores de Cristo, como si
Dios los exhortara a ustedes por medio de nosotros: "En nombre de Cristo
les rogamos que se reconcilien con Dios." Al que no cometió pecado alguno, por nosotros
Dios lo trató como pecador, para que en
él recibiéramos la justicia de Dios.
Me pregunto: ¿Qué es el hombre, para que en él
pienses? ¿Qué es el *ser humano, para que lo tomes en cuenta? Pues lo hiciste poco menos que un dios, y lo
coronaste de gloria y de honra: lo entronizaste sobre la obra de tus manos,
todo lo sometiste a su dominio; todas
las ovejas, todos los bueyes, todos los animales del campo, las aves del cielo,
los peces del mar, y todo lo que surca los senderos del mar.
Habiendo reunido a los doce, Jesús les dio
poder y autoridad para expulsar a todos los demonios y para sanar enfermedades.
Jesús se acercó entonces a ellos y les dijo: Se
me ha dado toda autoridad en el cielo y en la tierra. Por tanto, vayan y hagan discípulos de todas
las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu
Santo, enseñándoles a obedecer todo lo que les he mandado a ustedes. Y les
aseguro que estaré con ustedes siempre, hasta el fin del mundo.
Así que,
somos embajadores en nombre de Cristo,
como si Dios rogara por medio de nosotros; os rogamos en nombre de Cristo: Reconciliaos
con Dios.
DECLARACIÓN DE FE DE ACUERDO A
LA PALABRA DE DIOS.
He sido creado a imagen y semejanza del Señor Jesús, mi
Dios Todopoderoso. Él me ha dado Su autoridad (El dominio completo
de todo lo creado en la tierra) en los peces del mar, las aves del cielo, las bestias
del campo y de todo reptil que se
arrastra en la tierra. Con el Espíritu Santo
morando dentro de mí tengo la representación de la autoridad y semejanza de
Dios, y he sido nombrado embajador del Reino de Jesucristo aquí en la tierra. Él me ha bendecido y me ha enviado a tomar dominio
sobre ella y a someterla para Su gloria.
Si no has
recibido a Jesús tú Señor simplemente
has la siguiente oración creyendo en tu corazón y Cristo será su Salvador:
Padre
Celestial, vengo a ti en el nombre de Jesús. Tu Palabra dice: «Y todo aquel que
invocare el nombre del Señor, será salvo» y «que si confesares con tu boca que
Jesús es el Señor, y creyeres en tu corazón que Dios le levantó de los muertos,
serás salvo» (Hechos 2:21; Romanos 10:9). Dijiste que sería salvo cuando el
Espíritu Santo venga a morar en mí y me haga nacer de nuevo (Juan 3:5-6, 15-16;
Romanos 8:9-11), y que si te lo pido, seré lleno del Espíritu y podré hablar en
otras lenguas (Lucas 11:13; Hechos 2:4).
Confío en tu
Palabra. Confieso que Jesús es el Señor y creo en mi corazón que lo resucitaste
de entre los muertos. Gracias por entrar a mi corazón, por darme tu Santo
Espíritu como lo prometiste y por ser el Señor de mi vida. Amén.
Si tus has hecho esta oración escríbeme o esta Palabra
te bendice favor de hacérmelo saber.
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