Hechos 10:43-46; Hebreos 8:6; 10:14-7; Tito 3:5; 2 Pedro 1:4; Hechos 2:38-39; 1 Corintios 14
Todos los profetas dan testimonio de él, y de que todo
aquel que cree en él recibirá perdón de pecados por su nombre. Mientras Pedro
todavía hablaba estas palabras, el Espíritu Santo cayó sobre todos los que oían
la palabra. Y los creyentes de la circuncisión que habían venido con Pedro
quedaron asombrados, porque el don del Espíritu Santo fue derramado también
sobre los gentiles; pues les oían hablar
en lenguas y glorificar a Dios.
Pero ahora Jesús ha alcanzado un ministerio
sacerdotal tanto más excelente por cuanto él es mediador de un pacto superior,
que ha sido establecido sobre promesas superiores.
Porque la sangre de los toros y de los machos
cabríos no puede quitar los pecados. Por
lo tanto, entrando en el mundo, él dice: Sacrificio y ofrenda no quisiste, pero
me preparaste un cuerpo. Holocaustos y
sacrificios por el pecado no te agradaron;
entonces dije: "¡Heme aquí para hacer, oh Dios, tu voluntad!"
como en el rollo del libro está escrito de mí.
Él nos salvó, no por las obras de justicia que
nosotros hubiésemos hecho, sino según su misericordia; por medio del lavamiento
de la regeneración y de la renovación del Espíritu Santo.
Mediante ellas nos han sido dadas preciosas y
grandísimas promesas, para que por ellas seáis hechos participantes de la
naturaleza divina, después de haber huido de la corrupción que hay en el mundo
debido a las bajas pasiones.
Pedro les dijo: —Arrepentíos y sea bautizado
cada uno de vosotros en el nombre de Jesucristo para perdón de vuestros
pecados, y recibiréis el don del Espíritu Santo. Porque la promesa es para
vosotros, para vuestros hijos y para todos los que están lejos, para todos
cuantos el Señor nuestro Dios llame.
También leer todo el capitulo 14 de 1
Corintios.
DECLARACIÓN DE FE DE ACUERDO A
LA PALABRA DE DIOS.
Todos
los profetas dan testimonio del hecho que he recibido el perdón de mis pecados
(desde el primero hasta el último) en el nombre del Señor Jesús. Hoy soy una nueva creación y Su Palabra me ha transformado
de adentro hacia afuera y he recibido el don prometido del Espíritu Santo. Él es quien me da esta capacidad para alabar y
glorificar a Dios libremente, sin restricciones, y para hablar en un idioma que
nunca había aprendido y que solo El y mi espíritu entendemos.
Si no has
recibido a Jesús tú Señor simplemente
has la siguiente oración creyendo en tu corazón y Cristo será su Salvador:
Padre
Celestial, vengo a ti en el nombre de Jesús. Tu Palabra dice: «Y todo aquel que
invocare el nombre del Señor, será salvo» y «que si confesares con tu boca que
Jesús es el Señor, y creyeres en tu corazón que Dios le levantó de los muertos,
serás salvo» (Hechos 2:21; Romanos 10:9). Dijiste que sería salvo cuando el
Espíritu Santo venga a morar en mí y me haga nacer de nuevo (Juan 3:5-6, 15-16;
Romanos 8:9-11), y que si te lo pido, seré lleno del Espíritu y podré hablar en
otras lenguas (Lucas 11:13; Hechos 2:4).
Confío en tu
Palabra. Confieso que Jesús es el Señor y creo en mi corazón que lo resucitaste
de entre los muertos. Gracias por entrar a mi corazón, por darme tu Santo
Espíritu como lo prometiste y por ser el Señor de mi vida. Amén.
Si tus has hecho esta oración escríbeme o esta Palabra
te bendice favor de hacérmelo saber.
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