Efesios 1:17-23; Daniel 2:22-23; 1 Corintios 1:30; Mateo 13:11, 15-16; 1 Juan 2:20, 27; 1 Pedro 1:3-5; Juan 14:13-14; Efesio 2:6; Lucas 10:19
Ruego que Dios, el Padre glorioso de nuestro Señor
Jesucristo, les dé el Espíritu, fuente de sabiduría, para que entiendan los
secretos de Dios y lleguen a conocerlo verdaderamente. Pido que Dios los
ilumine con entendimiento para que vean su verdad y sepan lo que tiene
preparado para sus escogidos. Entonces podrán participar de las ricas y
abundantes bendiciones que él ha prometido a su pueblo santo. Verán también lo
grande que es el poder que Dios da a los que creen en él. Es el mismo gran
poder con el que Dios resucitó a Cristo de entre los muertos y le dio el
derecho de sentarse a su lado en el cielo. Dios ha puesto a Cristo por encima
de cualquier autoridad, poder, gobierno o dominio, tanto de este mundo como del
que está por venir. Dios puso todo bajo el mando de Cristo y lo escogió como
máxima autoridad de todo para bien de la iglesia. Cristo llena todo con su
presencia, y en la iglesia se muestra todo lo que él es.
Él revela los secretos más profundos; conoce todo lo que hay en la
oscuridad porque la luz vive junto a él! Dios de mis antepasados te doy gracias y te
alabo porque tú me has dado sabiduría y poder; me revelaste lo que te pedía.
¡Me diste a conocer el sueño del
Por medio de él, ustedes pertenecen a Jesucristo, quien se ha convertido
en la sabiduría de Dios para nosotros. Por medio de Cristo, Dios nos aprueba, nos
libra del pecado y nos santifica."
Él les respondió: -Ustedes tienen el privilegio de entender la verdad
que todavía no se ha dado a conocer sobre el reino de Dios, pero ellos no.
Han cerrado su mente, se taparon los oídos y cerraron los ojos. Si no
fuera así, entenderían lo que ven y lo que oyen. Se volverían a mí y yo los
sanaría'. Pero ustedes son afortunados
porque pueden ver y entender.
Cristo, el Santo, les dio a todos ustedes el don del Espíritu. Así que
todos conocen la verdad.
Por eso, preparen su mente para servir y practiquen el dominio propio.
Pongan toda su esperanza en el generoso amor que se les dará cuando llegue
Jesucristo. Antes, ustedes no entendían
y por eso seguían sus malos deseos. Pero ahora, son hijos obedientes de Dios y
no deben vivir como antes. Más bien, sean santos en todo lo que hacen, porque
Dios, quien los llamó, es santo.
Todo lo que ustedes pidan en mi nombre, lo haré. Así la grandeza del
Padre se mostrará a través del Hijo. Yo
haré lo que pidan en mi nombre.
Él nos levantó de la muerte junto con Cristo y nos sentó junto a él en
el cielo.
Tengan la seguridad de que les he dado autoridad de aplastar escorpiones
y serpientes, y autoridad sobre todo el poder del enemigo. Nada les hará daño.
Versículos de apoyo:
1 Corintios 2:6-16; 1 Juan 2:27; 5:20; Romanos 8:17; Colosenses
1:9-18, 26-29; Filipenses 2:5-13; Juan 17:20-26; Hebreos 2:5-14; Marcos
16:15-20
DECLARACIÓN DE FE DE ACUERDO A
LA PALABRA DE DIOS.
Mi
Padre celestial me ha dado Su Espíritu para darme Sabiduría y de Revelación, en
el entendimiento de los Misterios (los Plan
de Dios y Padre) y secretos que estaban escondidos, para que yo tenga un
conocimiento de que Señor Jesús esta en lo mas profundo de mi ser. Mi espíritu
ha sido iluminado con entendimiento para conocer y comprender la esperanza de
mi vocación y la inmensa riqueza de esta herencia gloriosa que me ha sido dada.
Ahora tengo una comprensión completa de la extraordinaria grandeza de Su poder
para conmigo. El poder que ahora reside y trabaja dentro de mí, es el mismo
poder creador de los cielos y la tierra, es Dios el mismo obró en el Ungido de
Dios, Su Hijo (Cristo) cuando lo
resucitó de entre los muertos y lo sentó a Su diestra, muy por encima de todo
principado, todo poder, todos los gobernantes de las tinieblas, todo dominio y
sobre todo nombre o título que se puede dar en este mundo. Y este poder no sólo
está trabajando en mí ahora, sino que seguirá trabajando a través de mí en el
mundo venidero. Como Dios ha puesto todas las cosas bajo los pies de Jesús y lo
designó para ser la cabeza del cuerpo (la Iglesia), de quien ahora soy parte,
me he convertido en la plenitud de Jesús en esta tierra, ya que Él me llena con
Su poder. Todas las cosas están bajo las plantas de mis pies ya que Jesús me ha
delegado todo poder y dominio para someter todas las cosas, me ha dado el poder
de usar Su Nombre, el Nombre que es sobre todo nombre que se nombra en esta
tierra: Jesús es Su Nombre!!
Si no has recibido
a Jesús tú Señor simplemente has la
siguiente oración creyendo en tu corazón y Cristo será su Salvador:
Padre
Celestial, vengo a ti en el nombre de Jesús. Tu Palabra dice: «Y todo aquel que
invocare el nombre del Señor, será salvo» y «que si confesares con tu boca que
Jesús es el Señor, y creyeres en tu corazón que Dios le levantó de los muertos,
serás salvo» (Hechos 2:21; Romanos 10:9). Dijiste que sería salvo cuando el
Espíritu Santo venga a morar en mí y me haga nacer de nuevo (Juan 3:5-6, 15-16;
Romanos 8:9-11), y que si te lo pido, seré lleno del Espíritu y podré hablar en
otras lenguas (Lucas 11:13; Hechos 2:4).
Confío en tu
Palabra. Confieso que Jesús es el Señor y creo en mi corazón que lo resucitaste
de entre los muertos. Gracias por entrar a mi corazón, por darme tu Santo
Espíritu como lo prometiste y por ser el Señor de mi vida. Amén.
Si tus has hecho esta oración escríbeme o esta Palabra
te bendice favor de hacérmelo saber.
Nota:
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