Como trato a mi Prójimo me trata el Señor Jesús mi Dios.
Hosanna en las Alturas, Jesús es el Señor
Mateo 18:27,35; Colosense
1:13; Efesios 2:1-10; Marcos 11:25; Santiago 2:13
El señor se compadeció de su siervo, le perdonó la deuda y lo dejó en libertad. Así
también mi Padre celestial los tratará a ustedes, a menos que cada uno perdone de corazón a su
hermano.
Él nos libró del dominio de la oscuridad y nos trasladó al reino de su
amado Hijo,
En otro tiempo ustedes estaban muertos en sus transgresiones y pecados, en
los cuales andaban conforme a los poderes de este mundo. Se conducían según el que gobierna las
tinieblas, según el espíritu que ahora
ejerce su poder en los que viven en la desobediencia. En ese tiempo también todos nosotros vivíamos
como ellos, impulsados por nuestros
deseos pecaminosos, siguiendo nuestra
propia voluntad y nuestros propósitos. Como los demás, éramos por naturaleza objeto de la ira de
Dios. Pero Dios, que es rico en misericordia, por su gran amor por nosotros, nos dio vida con Cristo, aun cuando estábamos muertos en pecados. ¡Por gracia ustedes han sido salvados! Y en unión con Cristo Jesús, Dios nos resucitó y nos hizo sentar con él en
las regiones celestiales, para mostrar en los tiempos venideros la incomparable
riqueza de su gracia, que por su bondad
derramó sobre nosotros en Cristo Jesús. Porque por gracia ustedes han sido
salvados mediante la fe; esto no procede
de ustedes, sino que es el regalo de
Dios, no por obras, para que nadie se jacte. Porque somos hechura de Dios, creados en Cristo Jesús para buenas obras, las cuales Dios dispuso de antemano a fin de
que las pongamos en práctica.
Y cuando estén orando, si tienen
algo contra alguien, perdónenlo, para que también su Padre que está en el
cielo les perdone a ustedes sus pecados.
Porque habrá un juicio sin compasión para el que actúe sin
compasión. ¡La compasión triunfa en el
juicio!
DECLARACION
DE FE DE ACUERDO A LA PALABRA DE DIOS.
El
corazón del Padre Celestial ha sido movido a compasión sobre mi. Ha quitado
toda la gran deuda de rebeliones, iniquidades
y pecados y me ha hecho libre. Por lo que mi Señor Jesús me manda que olvide
las ofensas, sin guardar ningún rencor
contra mi prójimo, así perdonándolo y amándolo como mí el Padre
Celestial y el Señor Jesús me han mostrado Su amor.
Si no has recibido a Jesús tú Señor simplemente has la siguiente
oración creyendo en tu corazón y Cristo será su Salvador:
Padre Celestial, vengo a ti
en el nombre de Jesús. Tu Palabra dice: «Y todo aquel que invocare el nombre
del Señor, será salvo» y «que si confesares con tu boca que Jesús es el Señor,
y creyeres en tu corazón que Dios le levantó de los muertos, serás salvo»
(Hechos 2:21; Romanos 10:9). Dijiste que sería salvo cuando el Espíritu Santo
venga a morar en mí y me haga nacer de nuevo (Juan 3:5-6, 15-16; Romanos 8:9-11), y que si te lo pido, seré lleno del
Espíritu y podré hablar en otras lenguas (Lucas 11:13; Hechos 2:4).
Confío en tu Palabra.
Confieso que Jesús es el Señor y creo en mi corazón que lo resucitaste de entre
los muertos. Gracias por entrar a mi corazón, por 0darme tu Santo Espíritu como
lo prometiste y por ser el Señor de mi vida. Amén.
Si tus has hecho esta oración escríbeme a la siguiente dirección:
enriqueibarra.@integra.com.sv
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