Isaías 30:18-21; 1 Corintios 1:9; Isaías 58:11; Salmo 58:11, 46:1, 103:1-18
Por tanto,
Jehová esperará para tener piedad de vosotros, y por tanto, será exaltado
teniendo de vosotros misericordia; porque Jehová es Dios justo; bienaventurados
todos los que confían en él. Ciertamente el pueblo morará en Sion, en
Jerusalén; nunca más llorarás; el que tiene misericordia se apiadará de ti; al
oír la voz de tu clamor te responderá. Bien que os dará el Señor pan de congoja
y agua de angustia, con todo, tus maestros nunca más te serán quitados, sino
que tus ojos verán a tus maestros. Entonces
tus oídos oirán a tus espaldas palabra que diga: Este es el camino, andad por
él; y no echéis a la mano derecha, ni tampoco torzáis a la mano izquierda.
Fiel es
Dios, por el cual fuisteis llamados a la comunión con su Hijo Jesucristo
nuestro Señor.
Jehová te
pastoreará siempre, y en las sequías saciará tu alma, y dará vigor a tus
huesos; y serás como huerto de riego, y como manantial de aguas, cuyas aguas
nunca faltan.
Entonces
dirá el hombre: Ciertamente hay galardón para el justo; Ciertamente hay Dios
que juzga en la tierra.
Dios es
nuestro amparo y fortaleza, Nuestro pronto auxilio en las tribulación.
Bendice,
alma mía, a Jehová, Y bendiga todo mi
ser su santo nombre. Bendice, alma mía,
a Jehová, Y no olvides ninguno de sus
beneficios. Él es quien perdona todas
tus iniquidades, El que sana todas tus
dolencias; El que rescata del hoyo tu
vida, El que te corona de favores y
misericordias; El que sacia de bien tu boca
De modo que te rejuvenezcas como el águila. Jehová es el que hace
justicia Y derecho a todos los que
padecen violencia. Sus caminos notificó a Moisés, Y a los hijos de Israel sus obras. Misericordioso y clemente es Jehová; Lento para la ira, y grande en misericordia.
No contenderá para siempre, Ni para
siempre guardará el enojo. No ha hecho con nosotros conforme a nuestras
iniquidades, Ni nos ha pagado conforme a
nuestros pecados. Porque como la altura
de los cielos sobre la tierra,
Engrandeció su misericordia sobre los que le temen. Cuanto está lejos el oriente del occidente, Hizo
alejar de nosotros nuestras rebeliones. Como el padre se compadece de los
hijos, Se compadece Jehová de los que le
temen. Porque él conoce nuestra condición;
Se acuerda de que somos polvo. El hombre, como la hierba son sus
días; Florece como la flor del campo,
Que pasó el viento por ella, y pereció,
Y su lugar no la conocerá más.
Mas la misericordia de Jehová es desde la eternidad y hasta la eternidad
sobre los que le temen, Y su justicia
sobre los hijos de los hijos; Sobre los que guardan su pacto, Y los que se acuerdan de sus mandamientos
para ponerlos por obra.
DECLARACIÓN DE FE DE ACUERDO A LA PALABRA DE DIOS
El deseo más profundo de mi Padre Celestial es que Su Hijo sea
glorificado en mi vida, por eso tengo Su favor. Su fiel amor siempre me muestra Su compasión y
El conoce mi condición, por lo tanto cada vez que entro en Su presencia creo en
Su amor y Su justicia y espero en El con plena confianza en Su Palabra. El Señor Jesús es generoso y cariñoso conmigo;
cuando le clamo, Él se apresura a responderme cuando necesito Su ayuda. En medio de la adversidad y la aflicción, el
Señor Jesus me muestra el Camino a seguir. Jesús es el Camino y dondequiera que vaya oigo
Su tierna voz dentro de mí diciéndome: "Hijo
mío Yo Soy el Camino, anda en El."
Si no has recibido a Jesús tú Señor simplemente has la siguiente
oración creyendo en tu corazón y Cristo será su Salvador:
Padre Celestial, vengo a ti en el nombre de
Jesús. Tu Palabra dice: «Y todo aquel que invocare el nombre del Señor, será
salvo» y «que si confesares con tu boca que Jesús es el Señor, y creyeres en tu
corazón que Dios le levantó de los muertos, serás salvo» (Hechos 2:21; Romanos
10:9). Dijiste que sería salvo cuando el Espíritu Santo venga a morar en mí y
me haga nacer de nuevo (Juan
3:5-6, 15-16; Romanos 8:9-11), y que si te lo
pido, seré lleno del Espíritu y podré hablar en otras lenguas (Lucas 11:13;
Hechos 2:4).
Confío en tu Palabra. Confieso que Jesús es
el Señor y creo en mi corazón que lo resucitaste de entre los muertos. Gracias
por entrar a mi corazón, por 0darme tu Santo Espíritu como lo prometiste y por
ser el Señor de mi vida. Amén.
Si tus has hecho esta oración escríbeme a la
siguiente dirección: enriqueibarra.@integra.com.sv
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