Salmo 106:6-10; Génesis 15:1; Salmo 103:2-4; Éxodo 15:6-10; Gálatas 3:14-16
Junto con nuestros padres, hemos pecado, hemos
transgredido, actuado perversamente. Nuestros
padres en Egipto no comprendieron Tus Maravillas [Jesús]. Ellos no se acordaron
de Tus Misericordias, sino que se rebelaron en el mar, en el Mar Rojo. Sin
embargo, El los salvó por amor a Su Propio Nombre, para hacer conocido su grandioso poder. El reprendió el Mar Rojo, y se secó; y El los condujo por sus
profundidades como por un desierto. El
los salvó de manos de los que los odiaban, los redimió de las manos del
enemigo.
Algún tiempo después la palabra de YAHWEH vino a Abram
en una visión, diciendo: "No temas, Abram. Yo te escudo; tu recompensa
será muy grande."
¡Bendice a
YAHWEH, O alma mía, y no olvides ninguna de sus alabanzas! El perdona todas
nuestras transgresiones, sana todas nuestras enfermedades. El que redime tu
vida de la corrupción te corona con misericordia y compasión.
Tu mano derecha [Jesús, Yahshúa], YAHWEH, es
excelsamente poderosa; tu mano derecha, YAHWEH, hace añicos al enemigo.
Por la abundancia de Tu Gloria has quebrantado tus
enemigos en pedazos; Tú envías tu ira para consumirlos como a paja menuda.
Con el soplo de tus narices las aguas se amontonaron las
aguas se congelaron como una pared, las profundidades del mar se hicieron
tierra firme. El enemigo dijo: "Yo
perseguiré y alcanzaré, dividiré el botín y me hartaré de ellos.". Tú soplaste con tu viento, el mar los cubrió,
ellos se hundieron como plomo en las aguas poderosas.
Jesús el Ungido de YAWEH [el Cristo] hizo esto para
que los Gentiles en unión con El puedan recibir la bendición anunciada a Abraham,
a fin de que por medio de confiar con llenura de fe pudiéramos recibir lo que
fue prometido, a saber, el Espíritu Santo. Hermanos, déjenme hacer una analogía de la
vida diaria: cuando alguien hace un juramento, nadie más puede anularlo ni
añadirle. Ahora bien, las promesas
fueron hechas a Abraham y a su descendencia [zera]. No dice: "Y a sus descendientes,
como si hablara de muchos; por el contrario, habla de uno; y a tu descendencia,
y este uno es el Ungido de Dios, [es el Cristo, es el Mashíaj] Jesus.
DECLARACION DE FE DE ACUERDO A LA PALABRA DE DIOS.
Creo en el Señor Jesús, por lo cual el Padre Celestial
me ha hecho Su hijo y estoy bajo Su protección permanentemente. Aunque fallo, Él nunca me ha dejado abandonado
sino que me recibe con gran misericordia por amor de Su Nombre. El Señor Jesús me salva y me muestra Su gran
poder en esta vida. Él me salva con Su mano
poderosa de todos los que me aborrecen. El Señor Jesús me ha redimido del poder del enemigo.
Si no has recibido a Jesús tú Señor, te invito a hacer la siguiente oración creyendo en tu corazón y Jesucristo
será tu Salvador:
Padre Celestial, vengo a ti en el
nombre de Jesús. Tu Palabra dice: «Y todo aquel que invocare el nombre del
Señor, será salvo» y «que si confesares con tu boca que Jesús es el Señor, y
creyeres en tu corazón que Dios le levantó de los muertos, serás salvo» (Hechos
2:21; Romanos 10:9). Dijiste que sería salvo cuando el Espíritu Santo venga a
morar en mí y me haga nacer de nuevo (Juan 3:5-6, 15-16; Romanos 8:9-11), y que
si te lo pido, seré lleno del Espíritu y podré hablar en otras lenguas (Lucas
11:13; Hechos 2:4).
Confío en tu Palabra. Confieso que
Jesús es el Señor y creo en mi corazón que lo resucitaste de entre los muertos.
Gracias por entrar a mi corazón, por darme tu Santo Espíritu como lo prometiste
y por ser el Señor de mi vida. Amén.
Si tus has hecho
esta oración escríbeme o esta Palabra te bendice favor de hacérmelo saber.
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