Eclesiastés 5:1-3; Santiago 1:21-25; 4:6-10; Oseas 6:6;
Proverbios 10:19; 18:20-21; 20:25
Vigila tus
pasos cuando vayas a la casa de Elohim. Ofrenda de escuchar es mejor que los
necios ofreciendo sacrificios, porque ellos no disciernen si están o no están
haciendo el mal. No hables
impulsivamente – que tu corazón no esté apurado para dar voz a tus palabras delante de Elohim.
Porque Elohim está en el cielo, y tú
estás en la tierra; así que deja que tus
palabras sean pocas.
Porque las pesadillas vienen por preocuparse mucho; y
la voz de un necio está en la multitud de sus palabras.
Por esto, despójense de toda inmundicia y de la maldad
que tanto abunda, para que puedan recibir con humildad la palabra sembrada en
ustedes, la cual tiene poder para salvarles la vida. No se contenten sólo con escuchar la palabra,
pues así se engañan ustedes mismos. Llévenla a la práctica. El que escucha la palabra pero no la pone en
práctica es como el que se mira el rostro en un espejo y, después de mirarse,
se va y se olvida en seguida de cómo es. Pero quien se fija atentamente en la ley
perfecta que da libertad, y persevera en ella, no olvidando lo que ha oído sino
haciéndolo, recibirá bendición al practicarla.
Pero él nos da mayor ayuda con su gracia. Por eso dice
la Escritura: "Dios resiste a los orgullosos, pero da gracia a los
humildes." Así que sométanse a Dios. Resistan al diablo,
y él huirá de ustedes. Acérquense a
Dios, y él se acercará a ustedes. ¡Pecadores, límpiense las manos! ¡Ustedes los
inconstantes, purifiquen su corazón! Reconozcan sus miserias, lloren y laméntense.
Que su risa se convierta en llanto, y su alegría en tristeza. Humíllense delante del Señor, y él los
exaltará.
Lo que pido de ustedes es amor y no sacrificios,
conocimiento de Dios y no holocaustos.
Pro 10:19 El
que mucho habla, mucho yerra; el que es sabio refrena su lengua.
Cada uno se llena con lo que dice y se sacia con lo
que habla. En la lengua hay poder de
vida y muerte; quienes la aman comerán de su fruto.
Trampa es consagrar algo sin pensarlo y más tarde
reconsiderar lo prometido.
DECLARACION DE FE DE ACUERDO A LA PALABRA DE DIOS.
Cuando voy a la casa de Dios a adorar al Señor Jesús, considero cuidadosamente mi
propósito. Soy un hombre que me acerco a
Dios para oír y aprender de Su Palabra y para hacer Su voluntad. No soy como los que ofrecen sacrificios vacíos
y nunca dejan que la Palabra de Dios llene sus vidas. Soy constante y obediente.
Mis palabras van de acuerdo a la Preciosa Palabra de
Dios y están llenas de Su poder. Las presento delante de mi Padre Celestial con
un propósito específico. No hablo
demasiado y solo por hablar, sino que las considero con mucho cuidado, plantando
cada una de ellas como una semilla para que lleven mucho fruto para la gloria
de Nuestro Señor Jesucristo.
Si no has recibido a Jesús tú Señor, te invito a hacer la siguiente oración creyendo en tu corazón y Jesucristo
será tu Salvador:
Padre Celestial, vengo a ti en el
nombre de Jesús. Tu Palabra dice: «Y todo aquel que invocare el nombre del
Señor, será salvo» y «que si confesares con tu boca que Jesús es el Señor, y
creyeres en tu corazón que Dios le levantó de los muertos, serás salvo» (Hechos
2:21; Romanos 10:9). Dijiste que sería salvo cuando el Espíritu Santo venga a
morar en mí y me haga nacer de nuevo (Juan 3:5-6, 15-16; Romanos 8:9-11), y que
si te lo pido, seré lleno del Espíritu y podré hablar en otras lenguas (Lucas
11:13; Hechos 2:4).
Confío en tu Palabra. Confieso que
Jesús es el Señor y creo en mi corazón que lo resucitaste de entre los muertos.
Gracias por entrar a mi corazón, por darme tu Santo Espíritu como lo prometiste
y por ser el Señor de mi vida. Amén.
Si tus has hecho
esta oración escríbeme o esta Palabra te bendice favor de hacérmelo saber.
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