Tito 2:11-15; Mateo 13:11-16; Efesios 1:17-23; 2:4-10; Romanos 12:1-2; Gálatas 5:22-23; 1 Corintios 3:4; Hebreos 2:11; 10:24-25; 1 Juan 3:3
Porque la gracia de Dios se ha manifestado, trayendo
salvación a todos los hombres, enseñándonos, que negando la impiedad y los
deseos mundanos, vivamos en este mundo sobria, justa y piadosamente, aguardando
la esperanza bienaventurada y la manifestación de la gloria de nuestro gran Dios
y Salvador Cristo Jesús, quien se dio a sí mismo por nosotros, para Redimirnos
de toda iniquidad y purificar para si un pueblo para posesión Suya, celoso de
buenas obras. Esto habla, exhorta y
reprende con toda autoridad. Que nadie te menosprecie.
Y respondiendo El, les dijo: Porque a vosotros se os
ha concedido conocer los misterios del reino de los cielos, pero a ellos no se
les ha concedido. Porque a cualquiera que tiene, se le dará más, y tendrá en
abundancia; pero a cualquiera que no tiene, aun lo que tiene se le quitará. Por
eso les hablo en parábolas; porque viendo no ven, y oyendo no oyen ni
entienden. Y en ellos se cumple la profecía de Isaías que dice: "Al oír
oiréis, y no entenderéis y viendo veréis, y no percibiréis; porque el corazón
de este pueblo se ha vuelto insensible y con dificultad oyen con sus oídos y
sus ojos han cerrado, no sea que vean con los ojos, y oigan con los oídos y
entiendan con el corazón, y se conviertan y Yo los sane.” Pero dichosos
vuestros ojos, porque ven, y vuestros oídos, porque oyen.
Pidiendo que el Dios de nuestro Señor Jesucristo, el
Padre de gloria, os dé espíritu de sabiduría y de revelación en un mejor
conocimiento de El. Mi oración es que los ojos de vuestro corazón sean
iluminados, para que sepáis cuál es la esperanza de su llamamiento, cuáles son
las riquezas de la gloria de su herencia en los santos, y cuál es la
extraordinaria grandeza de su poder para con nosotros los que creemos, conforme
a la eficacia de la fuerza de su poder, el cual obró en Cristo cuando le
resucitó de entre los muertos y le sentó a su diestra en los lugares
celestiales, muy por encima de todo principado, autoridad, poder, dominio y de
todo nombre que se nombra, no sólo en este siglo sino también en el venidero. Y
todo sometió bajo sus pies, y a Él lo dio por cabeza sobre todas las cosas a la
iglesia, la cual es su cuerpo, la
plenitud de aquel que lo llena todo en todo.
Pero Dios, que es rico en misericordia, por causa del
gran amor con que nos amó, aun cuando estábamos muertos en nuestros delitos,
nos dio vida juntamente con Cristo (por gracia habéis sido salvados), y con Él nos resucitó, y con Él nos sentó en
los lugares celestiales en Cristo Jesús, a fin de poder mostrar en los siglos
venideros las sobreabundantes riquezas de su gracia por su bondad para con
nosotros en Cristo Jesús. Porque por gracia habéis sido salvados por medio de
la fe, y esto no de vosotros, sino que es don de Dios; no por obras, para que
nadie se gloríe. Porque somos hechura suya, creados en Cristo Jesús para hacer
buenas obras, las cuales Dios preparó de antemano para que anduviéramos en
ellas.
Por consiguiente, hermanos, os ruego por las misericordias
de Dios que presentéis vuestros cuerpos como sacrificio vivo y santo, aceptable
a Dios, que es vuestro culto racional. Y no os adaptéis a este mundo, sino
transformaos mediante la renovación de vuestra mente, para que verifiquéis cuál
es la voluntad de Dios: lo que es bueno, aceptable y perfecto.
Mas el fruto del Espíritu es amor, gozo, paz,
paciencia, benignidad, bondad, fidelidad,
mansedumbre, dominio propio; contra tales cosas no hay ley.
Hijos, obedezcan en el Señor a sus padres, porque esto
es justo. Honra a tu padre y a tu madre
--que es el primer mandamiento con promesa--
para que te vaya bien y disfrutes de larga vida en la tierra.
Porque cuando uno dice: Yo soy de Pablo, y otro: Yo
soy de Apolos, ¿no sois simplemente hombres?
Porque tanto el que santifica como los que son
santificados, son todos de un Padre ; por lo cual Él no se avergüenza de
llamarlos hermanos.
Y consideremos cómo estimularnos unos a otros al amor
y a las buenas obras, no dejando de congregarnos, como algunos
tienen por costumbre, sino exhortándonos unos a otros, y mucho más al ver que
el día se acerca.
Y todo el que tiene esta esperanza puesta en Él, se
purifica, así como Él es puro.
DECLARACION DE FE DE ACUERDO A LA PALABRA DE DIOS.
El favor de Dios-- Su gracia que me da salvación me ha
sido revelada en toda Su plenitud. Me enseña a decir "No" a toda
impiedad y a los deseos mundanos y a vivir con dominio propio, de forma justa y
piadosa, conforme espero con entusiasmo esa esperanza bienaventurada y la
manifestación gloriosa de nuestro Señor Jesucristo, que se entregó por mí, para
hacerme Su hermano. El Señor Jesús me redimió
de toda iniquidad y me purifico hasta el punto que estoy dispuesto a hacer sólo
lo que es justo, honesto y piadoso ante El. Estas cosas son las que hago y enseño con toda
autoridad, para reprender el mal, pero sobre todo alentando a otros y promoviendo lo que es bueno en ellos.
Si no has recibido a Jesús tú Señor, te invito a hacer la siguiente oración creyendo en tu corazón y Jesucristo
será tu Salvador:
Padre Celestial, vengo a ti en el
nombre de Jesús. Tu Palabra dice: «Y todo aquel que invocare el nombre del
Señor, será salvo» y «que si confesares con tu boca que Jesús es el Señor, y
creyeres en tu corazón que Dios le levantó de los muertos, serás salvo» (Hechos
2:21; Romanos 10:9). Dijiste que sería salvo cuando el Espíritu Santo venga a
morar en mí y me haga nacer de nuevo (Juan 3:5-6, 15-16; Romanos 8:9-11), y que
si te lo pido, seré lleno del Espíritu y podré hablar en otras lenguas (Lucas
11:13; Hechos 2:4).
Confío en tu Palabra. Confieso que
Jesús es el Señor y creo en mi corazón que lo resucitaste de entre los muertos.
Gracias por entrar a mi corazón, por darme tu Santo Espíritu como lo prometiste
y por ser el Señor de mi vida. Amén.
Si tus has hecho
esta oración escríbeme o esta Palabra te bendice favor de hacérmelo saber.
Nota:
Este blog esta todos los
días en la misma dirección, búscalo y compártelo con tus amigos y familiares.
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