Deuteronomio 31:26; Hebreos 13:5-8; Josué 1:5-9; 1 Crónicas 22:13
Tomad este libro de la Ley y ponedlo al lado del Arca del pacto de Jehová, vuestro Dios; que esté allí como testigo contra ti.
Sean vuestras costumbres sin avaricia, contentos con lo que tenéis ahora, pues él dijo: No te desampararé ni te dejaré. Así que podemos decir confiadamente: El Señor es mi ayudador; no temeré lo que me pueda hacer el hombre. Acordaos de vuestros pastores, que os hablaron la palabra de Dios; considerad cuál haya sido el resultado de su conducta e imitad su fe. Jesucristo es el mismo ayer, hoy y por los siglos.
Nadie podrá hacerte frente en todos los días de tu vida: como estuve con Moisés, estaré contigo; no te dejaré ni te desampararé. Esfuérzate y sé valiente, porque tú repartirás a este pueblo como heredad la tierra que juré dar a sus padres. Solamente esfuérzate y sé muy valiente, cuidando de obrar conforme a toda la Ley que mi siervo Moisés te mandó; no te apartes de ella ni a la derecha ni a la izquierda, para que seas prosperado en todas las cosas que emprendas. Nunca se apartará de tu boca este libro de la Ley, sino que de día y de noche meditarás en él, para que guardes y hagas conforme a todo lo que está escrito en él, porque entonces harás prosperar tu camino y todo te saldrá bien. Mira que te mando que te esfuerces y seas valiente; no temas ni desmayes, porque Jehová, tu Dios, estará contigo dondequiera que vayas".
Entonces serás prosperado, si cuidas de poner por obra los estatutos y decretos que Jehová mandó a Moisés para Israel. Esfuérzate, pues, y cobra ánimo; no temas, ni desmayes.
DECLARACIÓN DE FE DE ACUERDO A LA PALABRA DE DIOS
Mi Padre Celestial
está conmigo siempre. Permanezco fuerte en Su Palabra creyéndola y la
pongo por obra, lleno de coraje en todo momento. No estoy conmocionado
por lo que veo en mis enemigos porque es pasajero y la Verdad de la Palabra del
Señor permanece para la eternidad. El Señor Jesús está dentro de mí a través
de Su Espíritu y Él no me va a fallar.
Tengo Su Palabra en mi corazón la que nunca me dejará ni me desamparara.
Si no has recibido a Jesús tú Señor simplemente has la siguiente oración creyendo en tu corazón y Cristo será su Salvador:
Padre
Celestial, vengo a ti en el nombre de Jesús. Tu Palabra dice: «Y todo
aquel que invocare el nombre del Señor, será salvo» y «que si confesares
con tu boca que Jesús es el Señor, y creyeres en tu corazón que Dios le
levantó de los muertos, serás salvo» (Hechos 2:21; Romanos 10:9).
Dijiste que sería salvo cuando el Espíritu Santo venga a morar en mí y
me haga nacer de nuevo (Juan
3:5-6,
15-16; Romanos 8:9-11), y que si te lo pido, seré lleno del Espíritu y
podré hablar en otras lenguas (Lucas 11:13; Hechos 2:4).
Confío
en tu Palabra. Confieso que Jesús es el Señor y creo en mi corazón que
lo resucitaste de entre los muertos. Gracias por entrar a mi corazón,
por darme tu Santo Espíritu como lo prometiste y por ser el Señor de mi
vida. Amén.
Si tus has hecho esta oración escríbeme a la siguiente dirección: enriqueibarra.@integra.com.sv
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