martes, 7 de febrero de 2012

Guardo en mi corazón la Palabra de mi Señor Jesús.


Deuteronomio 11:18-28; 2:25; 6:4-13; Josué 1:8; 24:15; Efesios 6:1-3; Éxodo 14:14; Romanos 8:31; Santiago 4:7

Por lo tanto, ustedes almacenarán estas palabras mías en su corazón y en todo su ser; átenlas en su mano como señal, pónganlas al frente, delante de sus ojos; enséñenlas cuidadosamente a sus hijos, hablando de ellas cuando se sienten en su casa, cuando viajen por el camino, cuando se acuesten y cuando se levanten; y escríbanlas en los marcos de las puertas de su casa y en sus postes  para que ustedes y sus hijos vivan larga vida en La Tierra que YAHWEH juró a sus padres que les daría a ellos por el tiempo que haya cielo sobre la tierra.  Porque si ustedes tienen cuidado de obedecer todos estos mandamientos que yo les estoy dando para hacerlos, amar a YAHWEH su Elohim, seguir todos su caminos y agarrarse a El; entonces YAHWEH echará a todas estas naciones delante de ustedes; y ustedes desposeerán naciones más grandes y fuertes que ustedes. Donde quiera que se plante la planta de su pie será de ustedes; su territorio se extenderá desde el desierto hasta el Líbano y desde el Río, el Río Éufrates, al Mar Mediterráneo. Nadie los podrá hacer soportar;  YAHWEH su Elohim pondrá el temor y terror de ustedes en toda la tierra que ustedes pisen, como Él les dijo. Miren, yo estoy poniendo delante de ustedes hoy una bendición y una maldición la bendición, si escuchan a los mandamientos de YAHWEH su Elohim que yo les estoy dando hoy;  y la maldición, si no escuchan a los mandamientos de YAHWEH su Elohim, sino que se vuelven a un lado del camino que yo les ordeno hoy y siguen otros dioses que ustedes no han conocido.

Hoy comenzaré a poner tu miedo y tu espanto sobre los pueblos que están debajo de todo el cielo; los cuales oirán tu fama, y temblarán, y angustiarse han delante de tí.

Oye Israel, Jehová nuestro Dios, Jehová uno es. Y amarás a Jehová tu Dios de todo tu corazón, y de toda tu alma, y de todo tu poder.  Y estas palabras, que yo te mando hoy estarán sobre tu corazón.  Y repetirlas has a tus hijos, y hablarás de ellas estando en tu casa, y andando por el camino, y acostándote en la cama, y levantándote: Y atarlas has por señal en tu mano, y estarán por frontales entre tus ojos. Y escribirlas has en los postes de tu casa, y en tus portadas. Y será, que cuando Jehová tu Dios te hubiere metido en la tierra, que juró a tus padres Abraham, Isaac, y Jacob, para dártela a ti, ciudades grandes y buenas, que tú no edificaste; Y casas llenas de todo bien, que tú no henchiste, y cisternas cavadas, que tú no cavaste, viñas y olivares que tú no plantaste: y comieres, y te hartares; Guárdate que no te olvides de Jehová, que te sacó de tierra de Egipto de casa de siervos. A Jehová tu Dios temerás, y a él servirás y por su nombre jurarás:

El libro de esta ley nunca se apartará de tu boca; antes de día y de noche meditarás en él, para que guardes y hagas conforme a todo lo que en él está escrito; porque entonces harás prosperar tu camino, y entonces todo lo entenderás.

Si mal os parece servir a Jehová,  escogeos hoy a quién sirváis;  si a los dioses a quienes sirvieron vuestros padres cuando estuvieron al otro lado del río,  o a los dioses de los amorreos en cuya tierra habitáis;  pero yo y mi casa serviremos a Jehová.

Hijos, obedeced en el Señor a vuestros padres, porque esto es justo. Honra a tu padre y a tu madre que es el primer mandamiento con promesa,  para que te vaya bien y seas de larga vida sobre la tierra.

Jehová peleará por vosotros,  y vosotros estaréis tranquilos.

¿Qué,  pues,  diremos a esto?  Si Dios es por nosotros,  ¿quién contra nosotros?

Someteos,  pues,  a Dios;  resistid al diablo,  y huirá de vosotros.

DECLARACION DE FE DE ACUERDO A LA PALABRA DE DIOS.

Someto mi corazón, alma y mente a la Palabra de Dios. Medito en ella en su totalidad y ato todos Sus estatutos, como si se tratara de una señal en la mano y un adorno delante de mis ojos.  Escribo Su Palabra en los postes de la puerta de mi casa y en los portones.  Por la Palabra de mi Padre Celestial los días de mis hijos se multiplican. Yo lo amo y ando en todos Sus caminos.  Estoy decidido a unirme a Jesús en amor. Él siempre está conmigo. El expulsa a mis enemigos de delante de mí y los despoja.  Cada lugar que la suela de mis zapatos pisa es mía, por lo tanto la reclamo para el reino de Dios.  No hay un alma en toda la creación que tenga la capacidad de triunfar sobre mí.  El Señor Jesús pone ante mí la elección de vivir bajo Su bendición, o bajo la maldición.  La elección es mía.  Puedo ser bendecido si elijo creer y obedecer a Su Palabra y Sus estatutos, o puedo ser maldecido si decido rechazarlas.  ¡Escojo la bendición!

Si no has recibido a  Jesús tú Señor simplemente has la siguiente oración creyendo en tu corazón y Cristo será su Salvador:
Padre Celestial, vengo a ti en el nombre de Jesús. Tu Palabra dice: «Y todo aquel que invocare el nombre del Señor, será salvo» y «que si confesares con tu boca que Jesús es el Señor, y creyeres en tu corazón que Dios le levantó de los muertos, serás salvo» (Hechos 2:21; Romanos 10:9). Dijiste que sería salvo cuando el Espíritu Santo venga a morar en mí y me haga nacer de nuevo (Juan 3:5-6, 15-16; Romanos 8:9-11), y que si te lo pido, seré lleno del Espíritu y podré hablar en otras lenguas (Lucas 11:13; Hechos 2:4).
Confío en tu Palabra. Confieso que Jesús es el Señor y creo en mi corazón que lo resucitaste de entre los muertos. Gracias por entrar a mi corazón, por 0darme tu Santo Espíritu como lo prometiste y por ser el Señor de mi vida. Amén.

Si tus has hecho esta oración escríbeme o esta Palabra te bendice favor de hacérmelo saber.
Hosanna.enriqueibarra@gmail.com

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