Marcos 12:29-31; Deuteronomio 6:4-6; 10:12-13; 30:6; Levíticos 19:18; Romanos 13:9
El más importante es: Oye, Israel. El Señor
nuestro Dios, el Señor es uno – contestos Jesús –. Ama al Señor tu Dios con todo tu corazón, con
toda tu alma, con toda tu mente y con todas tus fuerzas. El segundo es: Ama a
tu prójimo como a ti mismo. No hay otro mandamiento más importante que éstos.
Escucha, Israel: El Señor nuestro Dios es el único Señor. Ama al
Señor tu Dios con todo tu corazón y con toda tu alma y con todas tus fuerzas. Grábate
en el corazón estas palabras que hoy te mando.
Y ahora, Israel, ¿qué te pide el Señor tu Dios? Simplemente que le temas
y andes en todos sus caminos, que lo ames y le sirvas con todo tu corazón y con
toda tu alma, y que cumplas los mandamientos y los preceptos que hoy te manda
cumplir, para que te vaya bien
El Señor tu Dios quitará lo pagano que haya en tu corazón y en el de tus
descendientes, para que lo ames con todo tu corazón y con toda tu alma, y así
tengas vida.
No seas vengativo con tu prójimo, ni le guardes rencor. Ama a tu prójimo
como a ti mismo. Yo soy el Señor.
Porque los mandamientos que dicen: No cometas adulterio, No mates, No
robes, No codicies, y todos los demás mandamientos, se resumen en este
precepto: Ama a tu prójimo como a ti mismo.
DECLARACION DE FE DE ACUERDO A
LA PALABRA DE DIOS.
Recibo y comprendo el mas grandes de todos los mandamientos que
el Señor Jesús mi Dios me da: “Jehová
uno es, y lo estoy a amado con todo mi corazón, con toda mi alma y con todas
mis fuerzas” y esto llena de gozo todo mi ser. ¡Aleluya! (¡Alabanza a Jehová!) . Y me da a lugar de recibir y comprender con
el mismo gozo en mi corazón el segundo mandamiento en importancia de voy amara a mi prójimo como a mi mismo. ¡Aleluya! Amen. Estos
son sus más grandes mandamientos donde se cumplen todos los mandamientos que Él
le dio a su siervo Moises. Gloria a Dios. Amen.
Si no has recibido a Jesús tú Señor simplemente has la siguiente
oración creyendo en tu corazón y Cristo será su Salvador:
Padre Celestial, vengo a ti
en el nombre de Jesús. Tu Palabra dice: «Y todo aquel que invocare el nombre
del Señor, será salvo» y «que si confesares con tu boca que Jesús es el Señor,
y creyeres en tu corazón que Dios le levantó de los muertos, serás salvo»
(Hechos 2:21; Romanos 10:9). Dijiste que sería salvo cuando el Espíritu Santo
venga a morar en mí y me haga nacer de nuevo (Juan 3:5-6, 15-16; Romanos 8:9-11), y que si te lo pido, seré lleno del
Espíritu y podré hablar en otras lenguas (Lucas 11:13; Hechos 2:4).
Confío en tu Palabra. Confieso
que Jesús es el Señor y creo en mi corazón que lo resucitaste de entre los
muertos. Gracias por entrar a mi corazón, por 0darme tu Santo Espíritu como lo
prometiste y por ser el Señor de mi vida. Amén.
Si tus has hecho esta oración escríbeme a la siguiente dirección:
enriqueibarra.@integra.com.sv
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