Por Amor a Su Nombre el Señor Jesús no me abandonara.
Hosanna en las Alturas,
Jesús es el Señor
1 Samuel 12:22-24; Hebreos 13:5-6; Isaías 43:21: Deuteronomio 7:6-11;10:21; 31:6;
Colosenses 1:19-22
Sin embargo, el Señor no
abandonará a su pueblo. A él le agradó hacerlos su pueblo. Así que, por amor a
su nombre, no los abandonará. Y en cuanto a mí, nunca dejaré de orar por
ustedes, porque si dejara de hacerlo, entonces pecaría contra el Señor. Seguiré
enseñándoles el camino recto para vivir de la manera que él manda. Pero
respeten al Señor y sírvanle de todo corazón. ¡Recuerden todo lo maravilloso
que hizo por ustedes!
No amen el dinero, sino conténtense con lo que tienen. Porque Dios dijo:
Nunca te abandonaré ni te dejaré solo. Así
podremos decir con seguridad: El Señor es mi ayuda. No tendré miedo. ¿Qué daño
puede hacerme un simple mortal?
Ese pueblo que yo mismo formé contará mis alabanzas.
Porque tú eres un pueblo santo, que pertenece al Señor tu Dios. Él te ha
elegido para ser su tesoro entre todos los pueblos de la tierra. El Señor no te ama ni te eligió por ser la
nación más grande de todas, pues eras la más pequeña. Lo hizo porque el Señor te ama y quiere
cumplir la promesa que les hizo a tus antepasados, que el Señor te sacaría de
Egipto por su gran poder y te liberaría de la esclavitud y del poder del
faraón, rey de Egipto. Entonces reconoce
ahora que el Señor tu Dios es el único Dios. Es un Dios fiel que mantiene por
mil generaciones su pacto y fiel amor hacia todos aquellos que lo aman y
obedecen sus mandamientos, pero castiga
a los que lo rechazan y no demora en destruirlos. Así que tú debes obedecer los mandamientos,
las normas y las leyes que hoy te mando.
Alábalo sólo a él, él es tu Dios. Él hizo por ti esos milagros grandes y
temibles que has visto con tus propios ojos.
Sean fuertes y valientes; no tengan miedo ni se aterroricen de ellas,
porque el Señor su Dios irá con ustedes. Él no los abandonará ni los olvidará.
A Dios le agradó que todo lo que él es habitara plenamente en Cristo. Y
con gusto decidió reconciliar consigo todas las cosas, tanto las que están en
el cielo, como las que están en la tierra. Dios hizo las paces con nosotros a
través de la sangre que Cristo derramó en la cruz. Antes, ustedes estaban
alejados de Dios y su manera de pensar los hacía enemigos de Dios porque
practicaban la maldad. Pero ahora Cristo, por medio de su muerte física, los ha
convertido en amigos de Dios. Cristo murió para presentarlos santos ante Dios,
es decir, sin ninguna mancha ni maldad que pueda ser juzgada por Dios.
DECLARACION
DE FE DE ACUERDO A LA PALABRA DE DIOS.
Dios Padre me
ha prometido por el Su Nombre que no me dejará ni me
desamparará porque Él me ha escogido como Su hijo. Él me ha colocado
en Su familia. Ahora tengo una multitud de hermanos
y hermanas de toda raza y nación. Lejos de volver
al pecado en contra del Señor Jesús mi propósito es nunca dejar de orar
por todos ellos. Ellos son mi familia. Somos
de la Sangre de Jesucristo. El Señor me dirige y me
imparte Su conocimiento para seguirle siempre. El me lleva en un camino claro
que es bueno y correcto. Voy a honrar y a servir
a mi Señor Jesús con todo mi corazón. Nunca me
olvidaré todas las cosas buenas que Él ha
hecho por mí.
Si no has recibido a Jesús tú Señor simplemente has la siguiente
oración creyendo en tu corazón y Cristo será su Salvador:
Padre Celestial, vengo a ti
en el nombre de Jesús. Tu Palabra dice: «Y todo aquel que invocare el nombre
del Señor, será salvo» y «que si confesares con tu boca que Jesús es el Señor,
y creyeres en tu corazón que Dios le levantó de los muertos, serás salvo»
(Hechos 2:21; Romanos 10:9). Dijiste que sería salvo cuando el Espíritu Santo
venga a morar en mí y me haga nacer de nuevo (Juan 3:5-6, 15-16; Romanos 8:9-11), y que si te lo pido, seré lleno del
Espíritu y podré hablar en otras lenguas (Lucas 11:13; Hechos 2:4).
Confío en tu Palabra.
Confieso que Jesús es el Señor y creo en mi corazón que lo resucitaste de entre
los muertos. Gracias por entrar a mi corazón, por 0darme tu Santo Espíritu como
lo prometiste y por ser el Señor de mi vida. Amén.
Si tus has hecho esta oración escríbeme a la
siguiente dirección: enriqueibarra.@integra.com.sv
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