domingo, 10 de julio de 2011

El Señor Jesús es mi Paz.



Jueces 6: 12-14, 23-24; Efesios 6:11-18; Filipenses 2:13-14
El Angel de YAHWEH se le apareció, y le dijo a él: "¡Tú, héroe valiente! ¡YAHWEH está contigo!"   "Perdóname señor," respondió Gedeón, "pero si YAHWEH está con nosotros, ¿por qué nos está sucediendo todo esto? ¿Y dónde están todos sus milagros que nuestros padres nos contaron cuando ellos dijeron: 'No nos sacó YAHWEH de Egipto?  ' Pues ahora YAHWEH nos ha abandonado y nos ha entregado a Madianitas."  YAHWEH se volvió a él, y dijo: "Ve en esta fuerza tuya y salva a Israel de las manos de Median. ¿No te he enviado Yo? "
Pero YAHWEH le reaseguró: "¡Paz a ti, no temas, no morirás!"  Entonces Gedeón edificó un altar allí a YAHWEH y lo llamó "YAHWEH-Shalom (YAHWEH es mi Paz)"; hasta este día permanece en  Ofra de los abiezeritas. 

1.     Vestíos de toda la armadura de Dios,  para que podáis estar firmes contra las asechanzas del diablo, porque no tenemos lucha contra sangre y carne,  sino contra principados,  contra potestades,  contra los gobernadores de las tinieblas de este mundo,  contra huestes espirituales de maldad en las regiones celestes.   Por tanto,  tomad toda la armadura de Dios,  para que podáis resistir en el día malo y,  habiendo acabado todo,  estar firmes. Estad,  pues,  firmes,  ceñida vuestra cintura con la verdad,  vestidos con la coraza de justicia  y calzados los pies con el celo por anunciar el evangelio de la paz.  Sobre todo,  tomad el escudo de la fe,  con que podáis apagar todos los dardos de fuego del maligno.  Tomad el yelmo de la salvación,  y la espada del Espíritu,  que es la palabra de Dios.  Orad en todo tiempo  con toda oración y súplica en el Espíritu,  y velad en ello con toda perseverancia y súplica por todos los santos  

2.     Porque Dios es el que en vosotros produce así el querer como el hacer,  por su buena voluntad.  Haced todo sin murmuraciones ni discusiones,

DECLARACIÓN DE FE DE ACUERDO A LA PALABRA DE DIOS

Soy un guerrero en el ejército de Dios.  Soy intrépido, lleno de coraje y valor, y el Señor Jesús está conmigo en todo lo que hago.  No permito que las circunstancias dirijan mi fe,  sino que sigo adelante sin temor, en la voluntad y el poder de Dios Todopoderoso.  Es mi Padre Celestial, Dios de todo el universo, quien me ha enviado a hacer Su voluntad y a trabajar en Su obra.  Él ha ordenado mi vocación.  Me ha ungido (empoderado) y soy muy capaz de hacer lo que Él me ha enviado a hacer.  El Señor es Jehová-Shalom para mí.  Él es mi paz, por lo tanto, no temo nada.  Viviré mis días en esta tierra en una vida plena y abundante y no moriré antes de tiempo.


Si tú no has hecho a Jesús tú Señor y Salvador te invito a que te rindas a Él,  porque Él pagó un precio alto por ti en la cruz del calvario, recíbelo,  Él ha resucitado y quiere hacer morada en tu corazón.

Declare esta oración con fe y Jesús hará morada en ti hoy y será tu Señor:

Padre Celestial, vengo a ti en el nombre de Jesús.  Tu Palabra dice: «Y todo aquel que invocare el nombre del Señor, será salvo» y «que si confesares con tu boca que Jesús es el Señor, y creyeres en tu corazón que Dios le levantó de los muertos, serás salvo» (Hechos 2:21; Romanos 10:9).

 Señor, tu dijiste que cuando el Espíritu Santo venga a morar en mí y me haga nacer de nuevo (Juan 3:5-6, 15-16; Romanos 8:9-11), y que si te lo pido, seré lleno del Espíritu Santo y podré hablar en otras lenguas (Lucas 11:13; Hechos 2:4).  Creo en tu Palabra. Confieso que Jesús es el Señor y creo en mi corazón que lo resucitaste de entre los muertos. Gracias por entrar a mi corazón, por darme tu Santo Espíritu como lo prometiste y por ser el Señor de mi vida. Amén.

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